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El CNS da un aprobado a los rectores españoles que se han sometido a las pruebas de estrés

Asegura que las plantas "cumplen las especificaciones" requeridas por la Unión Europea, aunque les obliga a ejecutar numerosas mejoras

La presidenta del CSN Carmen Martínez Ten ha señalado este jueves en una rueda de prensa que "no se ha identificado ningún aspecto que suponga una deficiencia relevante en la seguridad de estas instalaciones, y que pudiera requerir la adopción urgente de actuaciones en las mismas".

El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha aprobado la seguridad de las nucleares españolas en el informe final de las pruebas de resistencia exigidas por la Unión Europea, pero exige numerosas mejoras que supondrán "cuantiosas" inversiones a los titulares de los ocho reactores activos en España.

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Así lo ha anunciado este jueves en rueda de prensa la presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten, quien ha destacado que "no se ha identificado ningún aspecto que suponga una deficiencia relevante en la seguridad de estas instalaciones, y que pudiera requerir la adopción urgente de actuaciones en las mismas".

No obstante, para "incrementar la capacidad de respuesta frente a situaciones extremas y extraordinariamente adversas", el CSN propone la implantación de "mejoras relevantes" que agrupa en cuatro áreas y "el refuerzo de los recursos para hacer frente a emergencias".

Los cuatro aspectos en los que el Consejo obliga a mejorar a los titulares de las centrales son: la pérdida de energía eléctrica y de sumidero de calor, la organización ante emergencias, la preparación ante accidentes severos y el almacenamiento de combustible.

Cada una de esas cuatro áreas cuenta con una batería de actuaciones que los titulares de las centrales españolas tendrán que ejecutar a corto, medio y largo plazo, siendo las fechas límites de estos plazos 2012, 2014 y 2016.

La mayor inversión que tendrán que acometer los operadores de las centrales será la construcción de un centro alternativo de gestión de emergencias en cada una de las plantas, así como de un centro común de apoyo en emergencias "con medios humanos y materiales disponibles para intervenir ante un accidente en cualquier central en menos de 24 horas".

"El coste económico es un parámetro que a nosotros no nos preocupa lo más mínimo, si lo tienen que hacer pues costará lo que cueste y serán los titulares los que decidan si les resulta rentable o no continuar con la operación de sus instalaciones", ha destacado Martínez Ten.

Ha avanzado que ese futuro centro estará ubicado en Madrid, y su construcción y gestión ha sido asignada a la empresa Tecnatom, participada por las propias compañías eléctricas que explotan las centrales. Unas y otra instalación forman parte, no obstante, de las medidas a ejecutar hasta 2016.

Entre las que habrán de llevarse a cabo de forma inmediata, el CSN pide a los titulares que dispongan de generadores alternativos de energía, capaces de que la central pueda aguantar hasta 72 ante el supuesto de pérdida total de suministro eléctrico.

Para ello, propone que adquieran "equipos portátiles" y "mejoras que permitan recuperar la alimentación exterior desde centrales hidráulicas cercanas".

También les exige que dispongan de "venteo filtrado de la contención así como de recombinadores de hidrógeno" en aquellas zonas donde se pueden producir acumulaciones de este gas; y que cuenten con métodos que permitan inyectar agua tanto a la vasija de los reactores como a los generadores de vapor o a la contención.

En cuanto al almacenamiento de combustible, la directora técnica de Seguridad Nuclear, Isabel Mellado, ha señalado que en caso de pérdida de toda la alimentación eléctrica, las plantas tienen una capacidad de autonomía de entre 4 y 8 horas. "Se ha alargado la autonomía de las plantas hasta 24 horas, incluso con capacidad de extensión con equipo muy ligero adicional incluso de hasta 72 horas", ha explicado.

Sobre la central de Garoña, Martínez Ten ha señalado que ellos han propuesto las mismas medidas de mejora que las demás centrales y ha subrayado que si Garoña sigue abierta a partir de 2013, tendrá que cumplir todos los requisitos expuestos.

Según ha recalcado Martínez Ten, el informe final de las pruebas de resistencia aprobado por el CSN es fruto "del análisis independiente y pormenorizado" de los documentos presentados por los titulares de las plantas, así como de 24 inspecciones llevadas a cabo por técnicos del Consejo para verificar la información aportada.

De acuerdo a las exigencias de la Unión Europea, las operadoras han revisado la resistencia de las centrales ante terremotos, inundaciones, pérdida de las funciones de seguridad, de suministro eléctrico, y gestión de accidentes severos en el núcleo del reactor o en las piscinas de combustible gastado.

La Unión Europea, que exigió estas pruebas a sus más de 140 reactores activos a raíz del accidente nuclear en la central japonesa de Fukushima, el pasado marzo, recibirá los resultados definitivos de estos test a finales de año, y los remitirá a un comité internacional de expertos.

El dictamen de ese comité se hará público en abril de 2012 y conllevará el cierre de los reactores que no sean considerados seguros.

 
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