Torres-Dulce, un fiscal de celuloide

Eduardo Torres-Dulce Lifante (Madrid, 1950), fiscal de carrera desde hace mas de 35 años es la persona encargada por Rajoy para dirigir la fiscalía general del Estado durante los próximos cinco años.

Además de su dilatada carrera profesional a Torres Dulce le apasiona el cine, sobre todo el cine negro y western y es reconocido entre los amantes del séptimo arte como un crítico ingenioso y documentado.

Torres-Dulce conoce perfectamente el funcionamiento de la Fiscalía y es consciente de las tensiones que genera el cargo. Las desavenencias con su predecesor, Cándido Conde-Pumpido, comenzaron hace cinco años cuando éste, en contra de la opinión de la mayoría del Consejo Fiscal, acordó no renovar a Torres-Dulce en su cargo de jefe de la Fiscalía de la sala de lo penal del Tribunal Supremo -uno de los más importantes en el Ministerio Público- por las discrepancias que mantenía con él y por "pérdida de confianza".

La decisión del fiscal general fue calificada de "sectaria" por la conservadora Asociación de Fiscales -mayoritaria en la carrera y a la que pertenece Torres-Dulce- y motivó la airada reacción del PP ante la defenestración de quien ya entonces estaba considerado el "jefe de la oposición" en la Fiscalía.

La misma escena se repitió años más tarde en julio de 2009 cuando Torres-Dulce volvió a presentarse para fiscal jefe de la fiscalía penal en el Supremo y nuevamente obtuvo el respaldo mayoritario del Consejo. Pumpido, otra vez, decidió aupar a la candidata a la representante de la Unión Progresista de Fiscales, María de los Ángeles Sánchez Conde.

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Es, por tanto, conocedor por propia experiencia de las tensiones internas en la Fiscalía y ha sido testigo también de las densas polvaredas en que a veces se convierten las relaciones entre la Fiscalía y el gobierno.

Se trata de un relevo que refleja perfectamente en el ámbito de la Fiscalía el cambio producido por el resultado electoral. El sector moderado del centro-derecha de la carrera fiscal sucede a la izquierda en un órgano clave para el desarrollo de la política judicial del Gobierno.

Desde 1976 ha desempeñado su trabajo como fiscal en Sevilla, Guadalajara y Madrid y en el Tribunal Constitucional.

Cine y futbol

Eduardo Torres-Dulce es conocido por ser uno de los más veteranos críticos de cine del país y por sus apariciones en calidad de tal en televisión -en el programa "Qué grande es el cine", dirigido por José Luis Garci- o sus artículos sobre el séptimo arte en distintos medios escritos. Su preferencia por las películas del Oeste, se demuestra con los títulos de algunos de sus libros, especialmente "Armas, mujeres y relojes suizos" -extraído de un diálogo de "Río Rojo"- o el muy reciente "Jinetes en el cielo", sobre la obra de John Ford.

La otra gran pasión del que será fiscal general del Estado, nada oculta, es el Real Madrid, club del que es socio desde niño.

Urdangarin

Hace algunos meses, Torres Dulce aseguró a EFE durante unas jornadas de Libertad de Prensa, en Zaragoza que la familia real no está "exenta" de recibir "críticas" por parte de los medios de comunicación de acuerdo con el derecho y la libertad de información que garantiza la Constitución y por su condición "pública", que expone a la Institución a recibir más opiniones que el resto de los ciudadanos.

La libertad de información es un "pilar básico" de una sociedad democrática, como definió el Tribunal Constitucional, y por lo tanto, aseguro Torres, un "derecho preferente" de los ciudadanos que se debe respetar.