El Real Madrid pasa a cuartos jugando con fuego en Málaga

El equipo de Mourinho elimina al Málaga gracias a la remontada del partido de ida y a pesar del trivote con el que se presentó en La Rosaleda. Solo en la segunda mitad buscó con decisión el gol de la tranquilidad que llegó gracias a una pifia de Willy Caballero. Benzema, determinante en los dos partidos.

Para resolver la eliminatoria y pasar a cuartos ante el F.C. Barcelona -que debe dar la estocada a Osasuna este miércoles-, Mourinho apostó por un trivotazo en el centro del campo formado por Xabi Alonso, Khedira y Lass. Le aportó lo que el portugués buscaba, que no es otra cosa que el control del balón, pero le impidió asomarse con frecuencia al área del Málaga, sobre todo porque Cristiano no tuvo su mejor día y porque a Kaká le costó entrar en juego en casi todo el partido.

De hecho, el balón lo tuvo el Real Madrid pero las ocasiones fueron para el Málaga. La primera, un cabezazo de Van Nilstelrooy que se marchó por encima del marco de Casillas. Después, sendos disparos del holandés y de Seba Fernández. Por último, un tiro de Eliseu que se fue junto al palo izquierdo de la portería del Real Madrid.

Con el marcador a salvo, aunque solo por un gol, el Madrid tardó casi media hora en llegar con peligro a la portería contraria. Parecía no ser consciente de que un gol del Málaga lo apeaba de la Copa. Así, consiguió crear peligro con una combinación entre Xabi, Cristiano -con taconazo incluido- y remate de Khedira. El alemán tiró fuera y se tuvo que retirar lesionado en la acción. Lo sustituyó Özil.

Y la primera mitad acabó con otra ocasión para cada equipo. Un cabezazo de Sergio Ramos que Caballero vio como salía a unos centímetros del palo derecho de su portería. Y un disparo de Eliseu que se fue casi de la misma manera a la izquierda de Iker Casillas.

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No era un balance satisfactorio para Mourinho, que como en el partido de ida en el Bernabéu, dio a los suyos otros 45 minutos para recoger la basura. Y les aconsejó cómo hacerlo, con menos trivotes y más frescura, la de Marcelo -que entró por Kaká- por la banda izquierda.

Cristiano Ronaldo fue el que decidió dar un paso adelante para satisfacer a su técnico. En un pase de Lass desde el costado izquierdo remató la pelota con un cabezazo que obligó a Caballero a hacer la parada de la noche.

Eso animó al Real Madrid, que mostró su voluntad firme de sentenciar la eliminatoria después de casi una hora de especulación. Y como no lo consiguió CR7, lo intentó Higuaín, pero se encontraba en fuera de juego cuando el balón entró en la puerta del Málaga.

No tuvo tiempo el argentino para lamentarse, ya que rápidamente fue sustituido por Karin Benzema, autor del tercer tanto en la remontada del Bernabéu, donde el Madrid empezó perdiendo 0-2 y acabó con un 3-2 que cambiaba mucho el panorama en el partido de vuelta.

Y claro que cambió gracias a Benzema, pero más aún gracias a Willy Caballero. El remate de uno y la pifia del otro supuso el tanto que acabó con todo. La grada de La Rosaleda fue un poema cuando vio cómo el balón entraba flojo entre las piernas del guardameta...

Gol triste, pero suficiente. Aunque no supone una credencial demasiado brillante para el duelo estelar de cuartos de final que le espera al Real Madrid si el F.C. Barcelona elimina a Osasuna. Será los próximos 18 y 25 de enero. En el primero de esos partidos no estará Arbeloa, expulsado por doble amonestación en La Rosaleda.