Los especialistas no hallan restos humanos en dos de las tumbas abiertas en Gipuzkoa

Hasta la fecha se han interpuesto ante la Fiscalía 120 denuncias, aunque son ya más de 600 los presuntos casos de bebés robados en Gipuzkoa durante el Franquismo y los primeros años de la Democracia. Y las peores sospechas de las familias implicadas se están cumpliendo.

La semana pasada se procedió en el cementerio de Polloe a la apertura de la tumba de la familia Ocariz Losa. Allí tenían que haber reposado los restos de la pequeña Rebeca, supuestamente fallecida a los siete días de nacer, en 1977. Su madre, Mercedes, siempre tuvo la duda. Nunca le dejaron ver el cuerpo de su niña y en la morgue le entregaron primero una "cajita negra" y después se la cambiaron por una blanca, cuando dijo al responsable que su bebé era una niña.

El año pasado, se decidió a denunciar su caso y el pasado martes se confirmó la triste noticia: no había restos de la pequeña en el ataúd y nunca los hubo.

La historia acaba de repetirse, esta vez en la localidad de Itsasondo. Y hay todavía un tercer caso, en Derio -Bizkaia-. Otra exhumación el pasado mes de septiembre donde tampoco se hallaron restos humanos.

Los resultados obtenidos tras las exhumaciones han supuesto un auténtico revés para las familias pero también, asegura el fiscal jefe del País Vasco "un elemento fundamental para la investigación. El siguiente paso será indagar las personas que puedan aportar datos de los hechos, personas que en su día intervinieron como personal médico o de enfermería".

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