El régimen cubano niega que Wilman Villar fuera disidente y estuviera en huelga de hambre
El Gobierno dice que todo se debe a una campaña difamatoria de la prensa internacional. Este sábado hay convocada una manifestación frente a la embajada cubana en Madrid para expresar su condena al régimen por este hecho
El disidente cubano Wilman Villar ha muerto tras 50 días de huelga de hambre
El Ministerio de Asuntos Exteriores cubano ha tachado de "inaceptables" las declaraciones del Gobierno de España sobre Cuba y ha manifestado que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "no tiene la más mínima autoridad moral para enjuiciar a la nación caribeña", en palabras de un funcionario de dicho ministerio. |Más noticias de internacional
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El gobierno de Raúl Castro no ha tardado en reaccionar a la polémica muerte del preso cubano Wilman Villar, tras pasar 50 días en huelga de hambre. Primero, lo hacía con un comunicado en el que presentaba a Villar como un recluso más, encarcelado por delitos de "desacato, atentado y resistencia", y acusado de maltratar a su esposa. Niega así que fuese un disidente y también que estuviese en huelga de hambre.
De hecho asegura que su ingreso en el hospital se produjo "al presentar síntomas de una neumonía severa" y que una vez ingresado recibió los mejores cuidados. Algo que para muchos opositores, como la bloguera Yoani Sánchez, "es una falsedad y sigue un guión previsto al que los cubanos ya estamos acostumbrados".
La segunda reacción ha llegado alrededor de la medianoche cuando se confirmaba que el régimen había puesto en libertad a Guillermo Fariñas y a otros tres activistas cubanos que desde hace cuatro días permanecían encarcelados tras una protesta. En Madrid hay convocada para este sábado una protesta ante la embajada de Cuba. Fariñas ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que tome cartas en este asunto.
Todo ello se produce en el mismo momento en el que una delegación del Vaticano ha llegado a la isla para supervisar los trabajos previos a la visita del Papa Benedicto XVI a finales de marzo. El fallecimiento de Villar ha suscitado reacciones de condena desde la oposición interna, el exilio de Miami y los gobiernos de Estados Unidos y España, ante un caso que muchos han comparado con el de Orlando Zapata, el preso político que falleció en febrero de 2010 tras un larga huelga de hambre.
