Valdés sostiene al Barcelona en Málaga y Leo Messi remata la faena

El Barcelona consigue superar en Málaga su principal problema en la presente campaña: demostrar su solvencia habitual fuera de casa. Ganó en Málaga con tantos de Messi (3) y Alexis y gracias a tres intervenciones magistrales de su portero Víctor Valdés en la primera mitad.

El Barcelona no podía ocultar su talón de Aquiles de la presente temporada: lejos de casa mostraba una versión inferior. Menos espectacular, menos fiable y con menos puntos. Hasta llegar a Málaga, el equipo blaugrana solo había cosechado el 54% de los disputados a domicilio. Demasiado pocos para un campeón y, sobre todo, para un equipo que compite contra un Real Madrid cuyo dato era antes de comenzar la jornada del 83% (25 puntos logrados de 30 posibles).

Fuera de Barcelona, el Barça no era el Barça ni Messi era Messi. De los 19 goles marcados por el argentino en el campeonato presente, solo uno había llegado fuera de casa. Concretamente, en San Mamés.

Pero en Málaga cambió todo. A pesar de las rotaciones, que dejaron fuera del once inicial a Puyol, Cesc Fàbregas y Xavi Hernández -sin duda de cara al duelo de la Copa del miércoles ante el Real Madrid-, el F.C. Barcelona volvió a transmitir las mismas sensaciones que ofrece en el Camp Nou. Funcionaron casi todos, pero destacaron especialmente Víctor Valdés y el de siempre... Leo Messi.

Isco, desesperado con el guardameta blaugrana

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El guardameta fue determinante cuando el partido apenas había llegado a su primer cuarto de hora. Primero, cuando Isco armó su pierna izquierda de forma inverosímil para intentar colocar en la escuadra del marco blaugrana. El disparo era el preludio del gol, pero en su vuelo Valdés desvió la pelota a córner.

Desde la esquina lo volvió a intentar el Málaga. Pero cuando el balón le llegó de nuevo a Isco Valdés atajó su disparo con los pies. Y no solo una vez, sino dos. Sin el acierto del de L'Hospitalet, el Barcelona habría llevado un 2-0 en contra en el minuto 15. Pero el portero internacional está ahí para esas cosas.

A partir de ese momento, el Málaga se hizo más pequeño y el Barcelona empezó a crecer de la mano de Messi, que estuvo especialmente interesado en asociarse con sus compañeros en la media luna del área local. Ahí buscó a Abidal y Thiago, pero en la primera acción se le escapó el control al francés y en la segunda se anticipó Willy Caballero para hacerse con la pelota.

Messi entró en calor con un cabezazo magistral

Y cuando Van Nistelrooy se asomó al área blaugrana con un disparo impropio de su calidad llegó el vuelo de Messi para hacer el primer tanto de la tarde. Jugada por la izquierda. Centro de Adriano y remate del argentino para hacer el gol. Pero no fue un remate cualquiera. La Pulga pareció elevarse más que nunca e incluso rectificar su salto a última hora para cabecear de forma inapelable a la derecha de Caballero. Su primer tanto del partido y segundo de la temporada lejos del Camp Nou. Pero no el último.

A partir de ahí, Messi y su equipo lo dominaron todo. Nada más volver del vestuario, en el minuto tres de la segunda, marcó Alexis en una jugada de acoso y derribo del F.C. Barcelona. El gol se le había negado en esa acción a Thiago -por culpa de Caballero-, pero no al chileno, que hizo su séptimo tanto de la temporada en la Liga.

Fiesta blaugrana. Con los biorritmos a tope, Messi decidió que era el momento de romper definitivamente sus malas sensaciones fuera de casa esta temporada. Y metió la directa a la portería de caballero para hacer el tercer tanto cuando apenas habían transcurrido cinco minutos de la segunda. Y luego hizo lo mismo para hacer el cuarto. Arrancó desde la divisoria en compañía de dos hombres del Málaga, pero llegó hasta la cara de Caballero y le cruzó la pelota como solo él sabe para encontrar el gol.

Tuvo incluso el argentino la ocasión de marcar de falta. Fue antes de anotar el cuarto. Pero la pelota pegó en el larguero y botó en la línea. No echó de menos el Barça el gol en esa acción. Sí lo hizo el Málaga, ya que solo fue capaz de hacerlo cuando el marcador era inapelable. Rondón marcó en las postrimerías del encuentro y Seba estuvo a punto de hacerlo antes del pitido final.

El Barcelona se retiró del campo con los deberes hechos: conseguir los tres puntos, obligar al Real Madrid a no fallar ante el Athletic en la Liga y demostrar al técnico del equipo blanco José Mourinho que, a diferencia de lo que hace él con la Copa, no hace de menos un campeonato en el que no tiene las de ganar.