Chacón: "Ahora no pienso en La Moncloa, lo urgente es recuperar este partido"

Carme Chacón dice tener "buenas vibraciones" de cara al cónclave socialista de este fin de semana, en el que Alfredo Pérez Rubalcaba y ella pugnan por la secretaría general del partido. "Trabajo para ganar y me presento para hacerlo", remarca. Sobre el papel de su marido, Miguel Barroso, en su campaña ha dicho que no le gusta que "cuando una mujer falla, la culpa es de ella y cuando acierta, es que hay un hombre detrás manejando los hilos".

Andalucía, que en dos meses celebrará elecciones autonómicas, es una comunidad clave. "Pepe Griñán tiene mi apoyo y el de Alfredo para que Andalucía dé respuestas distintas a las que está dando esta derecha y que son las respuestas equivocadas", ha afirmado. Sobre el papel de Griñán como presidente del Congreso, quien ha manifestado que será neutral, Chacón ha recalcado que su decisión y su comportamiento son impecables: "Ha sido exquisito con Alfredo y conmigo".

Chacón, que se define como socialista catalanista, pero no nacionalista, ha insistido también en la unidad del partido: "Una vez que hayamos votado, al minuto siguiente todos seremos otra vez socialistas andaluces y socialistas asturianos para demostrar que hay otro camino", ha dicho.

Su aspiración es abrir un "nuevo tiempo" en el partido, con el "orgullo" de los tiempos de Felipe González, Ernest Lluch y José Luis Rodríguez Zapatero, pero teniendo en cuenta que hay una "sociedad distinta, con retos distintos", por lo que son necesarias "respuestas nítidamente socialdemócratas".

"Cuando hacemos autocrítica no es para flagelarnos, es para comprender qué ha fallado, y sobre todo, para buscar el responsable, quién y por qué", ha afirmado sobre la reflexión interna del PSOE. "Este Congreso está siendo una palanca de movilización y debate muy importante que me comprometo a no perder el día 5".

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Orgullosa de las legislaturas de Zapatero

Carme Chacón dice no renegar "en absoluto" de la etapa anterior: "No sólo estoy orgullosa de la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, sino que también lo estoy de la segunda: ha mantenido a España en pie mientras estaban cayendo Grecia, Irlanda o Portugal, e Italia se tambaleaba... y además, la Democracia también intacta".

Del expresidente del Gobierno también ha destacado que fue él quien le enseñó que un político puede subir a la tribuna y decir "me he equivocado". La exministra ha reconocido además que en algún momento de su paso por el Gobierno se sintió incómoda, pero que en ocasiones, e incluso por escrito, transmitió sus opiniones a Zapatero

Un paso adelante

Preguntada por el papel de su marido, Miguel Barroso, hombre cercano a Zapatero y del que se dice que está detrás de su campaña, su respuesta ha sido que le gusta poco que "cuando una mujer falla, la culpa es de ella y cuando acierta, es que hay un hombre detrás manejando los hilos, creo que soy bastante clara. Califica al que lo utiliza".

Ha insistido en que la decisión de no presentarse a la presidencia del Gobierno por el PSOE la tomó sola porque pensaba que en aquel momento podía hacerle daño al partido. "Ahora creo que se lo haría si no diera un paso adelante. A lo único que el partido debe tener miedo es al inmovilismo, a no cambiar nada después de tres rotundos avisos que nos ha hecho la ciudadanía, no me gustaría llegar al cuarto", ha dicho.

A la pregunta de si su aspiración es dirigir el PSOE o llegar a La Moncloa, ha sido tajante: "Mi aspiración es levantar este partido, que la gente vuelva a conectar con nosotros y vuelva a escucharnos".

Sobre si piensa que los resultados en el 20-N hubieran sido distintos con ella, entre risas ha afirmado que "agua pasada no mueve molinos". Sobre si gana ahora, tiene claro qué es lo que hará en primer lugar: "decirle a mi compañero Rubalcaba que siguiera trabajando en la dirección del partido". Si pierde, ponerse a disposición del secretario general "y no ser en ningún caso un obstáculo".