Los sorprendentes hallazgos de la historia del arte
En los talleres de restauración de El Prado la magia cobra vida. Entre sus salas acristaladas, técnicos embatados acaban de lograr uno de los renacimientos más fascinantes de la historia del arte: el de "<a href="http://www.cadenaser.com/cultura/articulo/museo-prado-descubre-gioconda-pinto-paralelamente-leonardo-da-vinci/csrcsrpor/20120201csrcsrcul_5/Tes" target="_blank"><b>la otra Gioconda</b></a>". Pero no es el único hallazgo que se ha producido...
La primera referencia a esta obra databa de un inventario de las Colecciones Reales fechado en 1666. Una obra oscura, triste, lejana. Fue la petición de una cesión por parte del Louvre la que puso en marcha la limpieza de la obra que ha resucitado el paisaje toscano que compone la original. El resultado es una réplica simultánea del misterioso clásico de Da Vinci.
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La historia del arte llena las hemerotecas de asombrosos descubrimientos, algunos fortuitos; otros, síntoma de elaborados estudios en los talleres de las pinacotecas. Pródigo en revelaciones, al museo del Prado llegaba hace dos años para su restauración una especie de torre de Babel humana en la que se arremolinan casi un centenar de figuras.
'El vino de la fiesta de San Martín' había sido descubierto agazapado en la casa de la duquesa de Cardona. Fue en los talleres del museo madrileño dónde se atribuyó a Bruegel el Viejo, certeza premiada con la aparición oculta de la firma del autor. Cultura negoció su adquisición y la obra recayó en el museo madrileño, añadiendo la adquisición a la escasa lista de cuarenta obras que se conservan de este genio flamenco en todo el mundo.
Y de repente...Velázquez. 'La educación de la virgen' fue descubierta en un sótano de la Universidad de Yale. El prodigioso hallazgo ocurrió hace dos veranos. Las pistas indicaban que Yale había recibido la obra en 1929, en donación de Henry Hotchkins y Rayschard Townshend, hijos de un marino mercante de New Haven que, probablemente, había traído el cuadro de algún viaje a Europa. Atribuido en un principio a un artista sevillano desconocido, la obra pasó a considerarse una de las primeras pinturas de Velázquez, fechada en 1617.
También en el 2010 el descubrimiento de 271 obras atribuidas a Picasso desenterró una historia con tintes cinematográficos que terminó en los tribunales. Pierre Le Guennec afirmaba que el pintor cubista le había regalado la colección al instalarle varios sistemas de alarmas en las residencias del artista. El anciano había escrito a Claude Picasso para pedirle que certificara la autenticidad de algunas piezas que le enviaban fotografiadas. Los hijos del pintor nunca le han creído. El precio estimado de su botín: 60 millones de euros.
Los ejemplos de insólitos hallazgos son tan numerosos como la propia historia. El año pasado se exponía primicia mundial oculta en un sótano: "La virgen y el Niño con los pecadores arrepentidos", cuadro del que se confirmaba recientemente la autoría de Van Dyck, tras años amontonada en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Obras bajo obras
Las nuevas tecnologías de los museos se han puesto también al servicio de nuevos descubrimientos. En el 2005, por ejemplo, la National Gallery descubría un boceto de Leonardo da Vinci bajo "La Virgen de las Rocas" que había pasado desapercibido, suspendido en las paredes del museo, durante siglos. O el Rijksmuseum de Ámsterdam descubría en septiembre del año pasado un retrato pintado por Goya debajo de la obra "Retrato de Don Ramón Satué", que el mismo autor pintó 10 años después. Cuadros ocultos, obras repintadas...En definitiva, el arte no deja de sorprender y redescubrirse.