El Barcelona sufre para deshacerse de la Real Sociedad

La Real mantuvo en vilo al Camp Nou hasta el final del partido (2-1). A pesar del dominio azulgrana en la primera mitad, la falta de acierto dejó viva a un Real que tomó vida con el paso del tiempo y que estuvo muy cerca de volver a quitar puntos a los de Guardiola en un partido que quedó marcado además por las lesiones de dos hombres importantes como Puyol y Busquets.

Sorprendió Guardiola a propios y extraños con una alineación plagada de caras nuevas. Se quedaron fuera cuatro 'fijos': Xavi, Busquets, Abidal y Alexis y entraron Adriano, Dos Santos, Cuenca y Tello. La discusión sobre si Guardiola no era demasiado osado con tanto cambio justo ahora que cualquier tropiezo es letal duró ocho minutos exactamente. Lo que tardó Messi en disfrazarse de perfecto asistente para dar un pase medido precisamente a Tello, uno de los nuevos. El canterano no desaprovechó el regalo de la 'Pulga' y firmó el primero de los azulgranas.

Fue Tello, además, uno de los hombres más destacados del Barça. Por su osadía, su rapidez y su insistencia. Sus continuas internadas trajeron de cabeza a un Íñigo Martínez que también se las tuvo que ver con Cuenca, que intercambiaba posiciones con Tello en algunos lances del partido.

El primer gol llegó pronto, pero pudo llegar aún antes. Y es que Bravo detuvo en el minuto 4 un mano a mano a Messi y justo después fue Valdés el que salvó al Barça a tiro de Ifrán tras un contragolpe.

La Real, con novedades también en el 'once' por las ausencias de los lesionados Elustondo y Zurutuza, se vino abajo con el gol azulgrana. Los donostiarras salieron con valentía a pesar de la dificultad conocida, por el rival y por el escenario, pero el gol de Tello cerró a los vascos en su campo. Así, el Barça se hizo después del gol más dueño del partido. Con un Dos Santos muy bien plantado y un Puyol intratable. Y arriba Messi intentándolo de todas las maneras posibles. El monólogo azulgrana duró todo el primer acto a pesar de que no llegaron más goles.

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Tras el descanso, sin embargo, la Real se lo empezó a creer y pensó que si en Anoeta consiguieron un empate (2-2) por qué ahora no. Y lo intentó con más fe. Pudo firmar el empate Griezmann al inicio de la segunda mitad pero Valdés volvió a aparecer.

El Camp Nou empezó entonces a contener la respiración por las llegadas de los realistas a la meta azulgrana y porque Messi, que tuvo varias, no estaba fino. Erró una, además, con Bravo ya abatido. Estuvo lento el argentino y dio tiempo a reaccionar a Íñigo Martínez, que le desvió el tiro. Pero el Camp Nou no duda del argentino, al que coreó tras el fallo y la 'Pulga' se lo quiso agradecer de la forma que mejor conoce. Con un gol. Un pase de Alves desde la banda derecha al segundo palo encontró a un Messi bien colocado que no dudó. Respiró el público culé.

La tranquilidad duró poco, muy poco. Un contrataque muy bien guiado por Griezmann y mal defendido por el Barça, encontró a Vela, que había entrado por Ifrán, para dar alas a los donostiarras. Y continuaba la tensión en un Camp Nou medio vacío por las gélidas temperaturas, que no lo veía claro. Mucho menos cuando Puyol, lesionado, pidió el cambio. El elegido por Guardiola para suplir al jefe de la zaga fue Busquets. Para colmo de males el mediocentro tuvo que marcharse en camilla después de un choque con Carlos Martínez. Choque que desencajó la cara de Cesc y del resto de compañeros que veían dolerse al catalán.

La Real vio entonces cómo su rival palidecía y presionó a los azulgranas, que no veían el momento en el que terminase el partido. Concluyó sin ningún gol más y a pesar del sufrimiento, los de Guardiola se llevan los tres puntos que les mantiene a siete del Madrid.