Primera condena en España contra un cirujano que implantó una prótesis PIP
La sentencia condena al centro médico a pagar 7.455 euros a la paciente
Un juzgado de Madrid ha condenado al médico y a una clínica de estética por no informar suficientemente a una mujer a la que se le rompió el implante de la marca PIP.
Los hechos se remontan a abril de 2001, cuando la paciente, que entonces tenía 34 años, se sometió a una intervención de cirugía estética en la que le fueron implantadas dos prótesis de la marca PIP.
Seis meses después, y a raíz del mal resultado de la intervención, dice la sentencia, el mismo cirujano volvió a practicar a la paciente un retoque y un aumento de prótesis, también con implante PIP.
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En 2008 en otro centro médico es cuando descubren que una de las prótesis está rota. La sentencia condena al centro médico a pagar 7.455 euros a la paciente, que fue el precio de la operación, por "por la inexistencia de un adecuado y suficiente consentimiento informado".
Entre 8.000 y 12.000 mujeres españolas se han implantado prótesis mamarias PIP en los últimos años. Esta marca de prótesis estaban fabricadas con un gel de silicona no homologado y su rotura ha provocado problemas a miles de mujeres en Europa. El fundador de la empresa fue detenido.