Del dolor a la sonrisa

Begoña Martín Baeza tenía 25 años cuando murió en uno de los trenes de los atentados del 11M en Madrid. Sus padres, Javier y Maria José, decidieron ponerse en contacto con la Fundación Vicente Ferrer para dedicar íntegra la indemnización que les correspondía por la muerte de su hija a una acción solidaria.

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"Como consecuencia de este desenlace, mi mujer contactó con la Fundación Vicente Ferrer y se nos ofreció la posibilidad de apadrinar una niña y de financiar la construcción de una escuela", ha rememorado Javier en el programa A vivir que son dos días.

Los miembros del equipo visitaron la escuela durante su visita a Nagireddipalli, en Anantapur. Javier, a pesar de "no sentirse anímicamente preparado" para conocer de cerca los resultados de su solidaridad, ha podido escuchar las risas que ha provocado en los niños, que ahora pueden estudiar.