Villar, el eterno gestor entre sombras

Ángel María Villar Llona puede presumir de ser el presidente más antiguo del deporte olímpico español. El directivo permanece atado al despacho mayor de la Real Federación Española de Fútbol nada menos que desde 1988, cuándo sustituía a José Luis Roca tras derrotar en las urnas a Eduardo Herrera el 29 de julio. Después fue reelegido sucesivamente por 216 votos a favor el 30 de junio de 1992; con 125 votos de los 127 emitidos el 3 de junio de 1996; con el respaldo de 131 sufragios de los 150 asambleístas el 7 de febrero de 2000; en el 2004 con 98 votos a favor frente a 78 para Gerardo González; y finalmente en el 2008 cuando la Asamblea le otorgó 144 votos de 165 posibles para prolongar una presidencia. Hasta hoy.

Villar, siempre reñido con la oratoria, fue futbolista antes que escurridizo burócrata. Durante once campañas (de 1970 a 1981) perteneció a la primera plantilla del Athletic de Bilbao. Y mucho antes de futbolista fue estudiante de derecho e incluso llegó a ejercer de abogado. Pero su unión con el mundo del fútbol no tardaría en llegar. Primero, como miembro fundador de la Asociación de Futbolistas Españoles (1978), de la que fue vicepresidente, después como presidente de la territorial vizcaína (hasta 1986) y, por último, con un ascenso incitado por el apoyo de las federaciones territoriales, como presidente de la federación española.

El dirigente vasco resiste pese a acumular todos estos años numerosas embestidas y polémicas en diferentes niveles. Su momento más agrio llegó en el 2003, inmersa la Federación en una sucesión de guerras internas faltas de transparencia informativa que finalizaron con el despido del secretario general, Gerardo Gónzalez, y la denuncia del vicepresidente de la Liga Profesional (LFP), Javier Tebas, por uso indebido de fondos públicos. La causa, después archivada, llevó a la imputación de Villar y otros de sus directivos, y el Consejo Superior de Deportes le congeló la subvención. Pero Villar sobrevivió, con el apoyo de los suyos y de la FIFA. Precisamente en el organismo internacional ha sido el primer español en alcanzar una vicepresidencia, la que ocupa desde 2002. También es vicepresidente de la UEFA, en la que suena como relevo a Michael Platini.

En esta ocasión Villar ha sido reelegido bajo la denuncia del exconsejero de 'Madrid 2012' y exconcejal de Madrid, Ignacio del Río, y la Asociación Nacional de Entrenadores de Fútbol (ANEF), por haberse saltado una Orden Ministerial que obliga a celebrar las elecciones después de disputarse los Juegos Olímpicos de verano. Villar había adelantado las elecciones, que convocó el pasado 2 de enero, una vez obtuvo el permiso del Consejo Superior de Deportes firmado por la exdirectora general, Matilde García Duarte. Llueve sobre mojado. Hace cuatros la convocatoria de elecciones se produjo a la inversa, retrasándolas para seguir la normativa de la FIFA y obviando las leyes españolas.

Villar permanecerá en el cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol hasta el 2016, lamiendo las mieles del éxito del fútbol español y con el respaldo casi unánime del mismo.

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