La Justicia iraquí atribuye 150 atentados al guardaespaldas del vicepresidente
La autoridad suní niega las acusaciones
El portavoz del Consejo Supremo de la Justicia en Irak, Abdel Satar al Birgadar, aseguró hoy que los guardaespaldas del vicepresidente suní Tareq al Hashemi, sobre quien pesa una orden de detención, están implicados en 150 actos terroristas.
En una rueda de prensa, Al Birgadar detalló que entre estos atentados figuran explosiones con artefactos explosivos, lanzamientos de proyectiles, ataques contra peregrinos y asesinatos contra altos mandos y miembros del Parlamento y la Judicatura.
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Por otro lado, la comisión que investiga el caso de Al Hashemi también vinculó a los guardaespaldas del vicepresidente con los asesinatos de los jueces Najuan Talabani Hasan Aziz, pertenecientes al Tribunal de Casación.
El miembro de esta comisión Saad al Lami agregó que algunas personas encargadas de la protección de Al Hashemi están involucradas en los intentos de asesinato contra el exdiputado Omar Heigal y los subsecretarios de los ministerios de Educación y Electricidad.
Además, Al Lami pidió que los familiares de las víctimas presenten sus respectivas denuncias contra los acusados exclusivamente en la capital iraquí.
Las autoridades judiciales emitieron el pasado 19 de diciembre una orden de detención contra Al Hashemi partiendo de los testimonios de algunos de sus guardaespaldas presentados por el ministerio de Interior y en los que estos reconocían haber cometido una serie de operaciones contra miembros de las fuerzas de seguridad, funcionarios gubernamentales y peregrinos chiíes.
El vicepresidente suní rechazó entonces esas declaraciones puesto que fueron obtenidas "por la fuerza", y aseguró que estaba dispuesto a comparecer ante la justicia en la región iraquí del Kurdistán, donde se encuentra actualmente acogido por disposición del presidente de Irak, Yalal Talabani, kurdo a la sazón.
La orden de detención sobre Hashemi por supuestos delitos terroristas desató una grave crisis política en Irak, donde el bloque Al Iraqiya, al que pertenece el acusado, denunció que este caso formaba parte de una campaña orquestada por el primer ministro, Nuri al Maliki.