Bill Gates: "La crisis es una gran oportunidad para hacer cambios que ayuden a largo plazo"

El fundador de Microsoft, Bill Gates, sugiere, en una entrevista con Carles Francino en la Cadena SER, que es el momento de cambiar "los enfoques regulatorios que han permitido que España tenga mayor desempleo que otros países europeos incluso en los momentos económicos buenos". Gates reclama al Gobierno de Rajoy que mantenga su compromiso con la cooperación y asegura que no necesita ser recordado: "Solo intento poner mi parte devolviendo toda la riqueza que he tenido la suerte de recibir gracias al éxito de Microsoft".

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PREGUNTA: Bill Gates acaba de regresar del Palacio de la Moncloa donde se ha entrevistado con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Por lo que sabemos, traía un objetivo prioritario para esa reunión: tratar de convencer al presidente de que no es un buen momento, a pesar de todo, para recortar en cooperación, cosa que, por cierto, España acaba de hacer esta misma semana. ¿Ha convencido al presidente?

RESPUESTA: España ha sido muy generosa en la ayuda a la cooperación en los últimos ocho años. He podido compartir con él lo que he visto: cómo el gasto sanitario para vacunas o las ayudas a granjeros pobres han marcado grandes diferencias. Evidentemente España tiene una situación presupuestaria muy ajustada y tendrá que elegir, pero he tenido la oportunidad de hablar de algunas historias de éxito, y lo que espero es que el porcentaje del presupuesto que va para esas ayudas no se recorte mucho. Lo ideal sería que no se recortara en absoluto, pero eso es una decisión política. Yo sólo estoy aquí como alguien que ha decidido destinar todo mi dinero a este fin, y que ha visto los buenos resultados que se pueden obtener. Por eso puedo decir gracias por su gran generosidad, y puedo animar a la gente a que tenga en cuenta el impacto que tiene todo esto.

P.: De todas formas, le quiero transmitir que es un discurso que a veces es complicado de entender en España por razones de la crisis. Hace un rato muy cerca de este hotel ha habido una manifestación de afectados por un terremoto que hubo en Murcia hace casi un año y uno de sus portavoces nos decía que venían a decirle a los políticos que está muy bien que manden ayuda al exterior, pero que primero estamos los de casa. Usted entiende estas reticencias, ¿verdad señor Gates?

R.: Por supuesto. En general el dinero para la ayuda es una parte pequeña del presupuesto. Incluso en los países más generosos, como Noruega, es sólo de un 2%. Para la mayoría de los países es menos del 1%. La opinión general es que ese gasto sólo está justificado si puede tener un impacto considerable, por ejemplo, si puedes comprar vacunas que salvan vidas de niños, porque en esos países hay muchos niños que mueren a una edad muy temprana; o si puedes comprar telas mosquiteras para impedir muertes por malaria; o si puedes conseguir semillas para que los agricultores puedan dar de comer a sus hijos. Si atiendes esas necesidades básicas, estos países dejarán de tener un menor crecimiento de la población y podrán llegar a la autosuficiencia. Al final la pregunta es si a pesar de los desafíos no se puede mantener ese porcentaje; en caso de no ser así, esperamos que se pueda restaurar en cuanto sea posible. Yo sencillamente sé el valor que tiene ese dinero, las vidas que se pueden salvar por muy poco, y sé que todas las vidas tienen el mismo valor. Y he visto gobiernos que han dado un ejemplo muy positivo, como el Reino Unido, incrementando su ayuda. Sé que el pueblo español también ha sido muy generoso y debería escuchar estas historias y saber qué se hace con su ayuda. No hay muchas cosas que se puedan hacer por menos de 1.000 dólares, comparables a salvar la vida de una persona. En los países pobres, no sólo se puede hacer eso, al mismo tiempo se puede hacer que los niños se desarrollen bien física y mentalmente, se puede evitar la malnutrición que hace que no se puedan desarrollar plenamente.

P.: Escuchándole recuerdo al presidente Zapatero que en Davos en 2010 le prometió que no recortaría en cooperación y después sí lo hizo, porque las cosas son como son y la política es muy complicada. Zapatero también tenía como prioridad en su agenda la lucha contra el cambio climático, hace 7, 8 años.... Y no pudo. Le devoró la realidad. ¿Usted cree que la política está fracasando en temas como el cambio climático?

R.: El cambio climático es un problema muy serio, y el impacto será más fuerte en 40 o 60 años. Por eso lo más importante ahora es investigar métodos para que la energía sea menos costosa, sin emitir CO2. Mucho del dinero que se ha gastado para implementar tecnologías caras hasta el momento no ha conseguido ese efecto tan deseado, necesitamos tecnologías que no resulten caras. Por eso la investigación es una de las cosas más influyentes ahora mismo. Hay muchas cosas innovadoras que se están haciendo ahora mismo, es hora de reducir las emisiones. Los que más lo sufren son los granjeros más pobres, por eso lo que tenemos que hacer por ellos es lo mismo que tenemos que hacer para aliviar los problemas que tienen ahora mismo: darles mejores semillas, mejor formación... Esto es aplicable tanto para el sufrimiento que provocará el cambio climático en no mucho tiempo, como para los problemas a los que se enfrenta esta gente a día de hoy.

P.: Su fundación acaba de aprobar una inversión en geoenergía, el jueves en Roma va a hablar de cómo los pequeños agricultores pueden resistir mejor el cambio climático, pero vuelvo a la efectividad de la política. Teniendo en cuenta que su fundación invierte más del doble de recursos que pone la OMS o la FAO en la lucha contra enfermedades o el hambre, uno piensa que tenemos suerte de tener gente como Ud, pero qué mal está la política...

R.: La generosidad europea es impresionante, casi la mitad de la ayuda mundial viene de los países de Europa, y se han comprometido a que con el tiempo van a destinar el 0'7% de su economía para la ayuda. Algunos ya lo han hecho como Noruega, Dinamarca o Suecia. Otros como Reino Unido lo harán el año que viene y conforme se recupere la economía espero que todos los países puedan llegar hasta esa cifra, y eso marcaría la diferencia. Pero no hay que ignorar el gran impacto que está teniendo esa ayuda, el número de niños que han salvado la vida por cosas como la inversión en vacunas... algo en lo que la mayoría de países europeos incluida España han sido muy generosos. Es una pena que la mayoría de la gente no pueda visitar en Mozambique al doctor Pedro Alonso, que está trabajando allí con financiación del gobierno español, en la nueva vacuna contra la malaria, que puede ser una herramienta decisiva. Por eso, en general, sí que estamos progresando y la gente debería sentirse bien con la generosidad que está demostrando. Simplemente tenemos que seguir centrándonos en las áreas con más impacto, como salud y agricultura, e incluso en los momentos más difíciles, intentar mantener esa ayuda en la mayor medida posible.

P.: Estuvo Usted precisamente cenando con el doctor Pedro Alonso, con Ferran Adriá, con Eduard Punset, con Sandro Rosell... este país tiene gente muy buena y sin embargo ahora está en depresión. Alguien que ha triunfado en la vida como Usted ¿tendría alguna receta, algún consejo, algún mensaje para salir de esto?

R.: Aquí hay grandes empresas y se está haciendo un gran trabajo. La crisis es una gran oportunidad para revisar el marco regulatorio de un mercado laboral que ha permitido que España tenga más desempleo que otros países, incluso en los momentos económicos buenos. Yo no soy ningún experto en esto pero creo que la crisis en una oportunidad en definitiva para hacer cambios que ayuden al país a largo plazo. Mi punto de vista es que hay que asegurarse de que la ayuda sigue siendo una prioridad, en eso sí que soy un experto. Pero soy optimista, creo que la gente aprovechará esta oportunidad para hacer cambios que fortalecerán al país en el largo plazo.

P.: ¿Le gustaría ser recordado como el fundador de Microsoft, y uno de los hombres más ricos, más influyentes del mundo? ¿O como alguien que ha podido salvar la vida de millones de personas?

R.: No necesito ser recordado, lo que me preocupa es el número de niños que mueren al año, o que sufren enfermedades terribles, como SIDA o tuberculosis. El objetivo es reducir esas cifras. Me encanta ver que estamos progresando, que trabajamos y apoyamos a los mejores científicos. Ahí es donde nos van poner nota y donde tenemos que hacerlo bien. Yo intento poner mi parte devolviendo toda la riqueza que he tenido la suerte de recibir gracias al éxito de Microsoft.

P.: ¿Es Usted feliz, Señor Gates?

R.: Sí, soy extremadamente afortunado, no creo que haya nadie que se lo pase tan bien trabajando como yo.