"El móvil es la Viagra social"

Hay una franja de población que mira al suelo y no al frente. A primera vista, parece que miran las baldosas, pero en realidad están trabajando, hablando con sus amigos o comentando la noticia del día en las redes sociales. ¿Cuánto nos ha cambiado la vida nuestra dependencia del móvil?

Utilizar el móvil no significa estar aislado. Es todo lo contrario y así lo defiende el sociólogo Enrique Gil Calvo: " el móvil es la Viagra social, porque potencia nuestras relaciones . A quien no tenga su propia red de carne y hueso, de poco le sirve el móvil". Recuerda que uno de los monstruos que más circulan hoy en los medios intelectuales son los cyborg, "organismos cibernéticos: mitad humanos, mitad máquinas". Esta tecnología no deja de ser una especie de muleta para relacionarnos con los demás: "Una persona enganchada al móvil puede quedarse desnuda, inválida, impotente e incapaz de relacionarse". Esto implica, según el sociólogo que esta "dependencia de las prótesis tecnológicas suponga que a veces nos olvidemos del cuerpo humano"

Esta epidemia tecnológica solía ser masculina, pero está dejando de serlo. Así lo cree la periodista Rosa Jiménez del diario 'El País'. Se notan diferencias generacionales, porque mientras a los adolescentes, les gusta la Blackberry a sus abuelos se les pasa "la tecnofobia" cuando reconocen la utilidad de la tecnología.

'Las smart mobs'

Gil Calvo recuerda que los móviles han dado lugar a los 'smart mobs', las movilizaciones inteligentes. Son revoluciones que se convocan a través del móvil, como "el 15M, Occupy Wall Street o la Primavera Árabe". Ése es el gran beneficio, una tecnología horizontal que permite que cada uno la utilice con un fin diferente. Manuel Castells lo definió como "autocomunicación de masas porque los usuarios ya no se dejan conducir, sino que cada uno decide con autonomía completa qué hace ". Ése es el presente y el futuro.