Castilla-La Mancha dejó de pagar el 40% de lo que gastó el año pasado

La Comunidad de Castilla La Mancha dejó de pagar en 2011 el 40 por ciento de los gastos que realizó, es decir, más de 3.500 millones de euros. No fue la única comunidad que recurrió al impago como forma de gestionar el presupuesto. Fueron varias las que lo hicieron de forma descarada. Pero ninguna llegó al extremo de la comunidad que preside María Dolores de Cospedal. Lo reflejan los datos de ejecución presupuestaria que las Comunidades Autónomas han enviado al Ministerio de Hacienda.

El Gobierno de Castilla La Mancha dejó de pagar 3.513 millones de euros, el 40 por ciento de todo lo que su gasto. Y ese 40 por ciento de impago no fue mucho mayor porque se libraron de él dos capítulos: los empleados públicos, que sí cobraron y los intereses de la deuda, que se abonaron prácticamente en su totalidad. Otros no tuvieron la misma suerte. El Gobierno de Cospedal dejó de pagar el 80 por ciento del capítulo de gastos que comprende la electricidad, la calefacción o las compras habituales parar el funcionamiento de sus servicios.

Los contratistas de obras llevaron peor suerte aun. Sólo pagó el 12 por ciento de esas facturas. De 478.000 euros que se gastó en obras u otras inversiones, se limitó a abonar tan sólo 56.000 euros. Y de las transferencias que deben recibir los ayuntamientos u otros organismos imprescindibles en muchos casos para su funcionamiento unicamente pagó la mitad. Tal desastre se explica por dos cosas. Su recaudación fue un el 26 por ciento menor a lo que había previsto. Ello debido a la crisis. Y Castilla La Mancha fue de las pocas comunidades donde sus gastos crecieron, subieron el 14 por ciento. Algo que corresponde tanto al actual gobierno como a su antecesor.

Baleares fue la segunda comunidad más morosa: dejó de pagar el 27 por ciento de lo que gastó. Y Murcia el 25 por ciento. Por su parte, la Comunidad Valenciana no pagó el 50 por ciento de las obras u otras inversiones. Y el 30 por ciento de sus gastos corrientes de funcionamiento.

Los datos de ejecución presupuestaria de las comunidades autónomas explican a qué se debió el deficit conjunto de las mismas, que representó el 2,94 del Producto Interior Bruto. Se debió a que la recaudación conjunta de las comunidades fue un 13 por ciento inferior de lo que tenían previsto. Y sus gastos no sólo no aumentaron, sino que cayeron casi el 5 por ciento.