Baleares cierra dos de sus once hospitales
El Govern de Bauzà derivará los pacientes a la sanidad privada
El Govern balear cierra dos hospitales de los once que tiene en las islas y derivará a los pacientes a la sanidad privada. El president José Ramón Bauzà anuncia que los pacientes de los hospitales que cierres, se derivarán a la sanidad privada y firma que este plan de equilibrio presupuestario evitará los rumores de intervención desde el Estado.
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El Partido Popular admite que se reducen beneficios laborales y que aumentarán los despidos o no renovaciones de interinos. Quedan especialmente tocados los funcionarios de educación y sanidad, que además de aumentar su horario en media hora diaria sin retribución, van a ver cómo se incrementan las ratios de alumnos por aula y cómo se desvían pacientes a la sanidad privada ante la saturación pública.
El Govern cree que puede ahorrar 264 millones con medidas como reducir los complementos salariales, congelar la oferta de trabajo público, no cubrir las bajas hasta que no pasen 30 días, no pagar los días libres por guardia, vender patrimonio y comenzar la privatización de la radiotelevisión pública IB3.
Los 90 millones restantes vendrán de un mayor esfuerzo contra el fraude fiscal, pero sobre todo nuevos impuestos como la subida de las transmisiones patrimoniales y los casi 5 céntimos por litro de combustible que se van a cobrar a partir de mañana para convertir las islas en el lugar con la gasolina más cara de España.
El president mantiene que Baleares puede cumplir con el déficit marcado en el 1,5% para este 2012. Pese a la deuda que ronda los 5.000 millones en las islas, Bauzà espera que este plan evite la intervención del gobierno central.
Respecto a los despidos, el vicepresidente económico Pep Ignasi Aguiló no ha querido desvelar el número, pero sí ha avanzado que habrá interinos que no continuarán.
Se calcula que sólo con el aumento de horarios laborales y el cierre de los dos hospitales anunciado este lunes se pueden perder 1.800 empleos. Eso se suma a los 2.000 que ya han sido despedidos en el último año, es decir, un 20% de la plantilla.
