El amarillo no da mala suerte
Al menos, no si lo usas para vestirte en la calle. El teatro ya es otro asunto.
La pasada temporada encontramos los escaparates se llenaron de este color en un tono ácido y esta primavera, lo encontramos pastel
Nunca fue uno de los colores básicos de los armarios. No se usaba ni para ir a trabajar ni para fiestas, y mucho menos era utilizado por el género masculino.
Sin embargo, desde hace unos años, son muchas las prendas de vestir que se han teñido de este color. La tendencia de los tonos ácidos incluyó al amarillo, convirtiendo camisetas en limones. Esta moda sigue conviviendo con la actual, que ha aparecido demostrando que los tonos pastel no son solamente cosa de bebés.
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Así, tenemos azules, rosas, beige y amarillos en un tono aniñado que sientan realmente bien y son más fácil de combinar que los ácidos. De todas maneras, las opciones se han multiplicado con el paso del tiempo existiendo desde el amarillo más chillón hasta el pastel pasando por intermedios como el mostaza, que arrasó.
Firmas como Dolce&Gabanna, Prada, Burberry o Chanel son algunas de las que se han rendido al cítrico. La casa francesa Chloé lo ha combinado con mucho gusto con el gris, apúntate este dato si no sabes con qué ponértelo. Si prefieres, el beige es otro buen amigo del amarillo.
Adriana Mourelos
En El Faro desde el origen del programa en 2018. Anteriormente, en Hablar por Hablar, como redactora...