Diez trucos para bajar unos kilitos
'SER Consumidor' te da pistas para adelgazar unos kilos en su especial 'Operación bikini'
- Dieta mediterránea: Debe ser siempre la base de nuestra alimentación. No deben faltar frutas, verduras, legumbres, pasta, pan y cereales. Los huevos, el pescado, las carnes de ave y conejo y el aceite de oliva son esenciales para llevar una dieta adecuada. Además, es muy importante comprar productos de temporada: nos permiten alimentarnos con mayor calidad y al mejor precio.
- Hacer ejercicio: Es un pilar fundamental tanto si queremos quitarnos unos kilos de más como si pretendemos, simplemente, mantenernos en forma. Debemos dejarnos asesorar por un profesional, adaptar nuestro esfuerzo físico a nuestras capacidades e ir progresando poco a poco. En cuanto al ejercicio que podemos hacer basta con andar media hora tres o cuatro días a la semana, eso sí, a paso ligero ¡y sin pararnos a mirar tiendas! Quemaremos de 150 a 200 calorías cada día. Otra buena idea es subir escaleras: quemaremos el doble de calorías.
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- Cinco comidas al día: Al contrario de lo que cree la mayoría, respetar las cinco comidas del día evita la sensación de hambre y el desfallecimiento y favorece el equilibrio alimenticio. El desayuno debe aportar al menos el 30% de las calorías diarias. ¿La dieta ideal? Un tentempié a media mañana, una comida copiosa, una fruta o un yogur a la hora de la merienda y una cena ligera que incluya preferentemente verduras y pescados a la plancha.
- La importancia de hidratarse: Un litro y medio o dos al día es suficiente para mantener hidratado el organismo. Trata de evitar las bebidas azucaradas. Ingerir líquidos nos ayuda a tener sensación de saciedad y, así, comer menos. Tomar un vaso de agua antes de cada comida puede ser una buena idea para obligarnos a ingerir líquidos y llenarnos antes de comer.
- Platos pequeños: Tendemos a llenar los platos donde comemos, y comemos en platos demasiado grandes. Intenta comer en platos más pequeños: te ayudarán a que las raciones sean más adecuadas a tus necesidades y te ahorrarás muchas calorías.
- Conocer lo que comemos: La mejor manera de controlar las calorías es conocer las que tienen los alimentos que comemos habitualmente. Una naranja, por ejemplo, tiene 60 calorías, pero un zumo envasado, 105. Son las mismas que tiene un sorbete, frente a las 178 de un refresco de naranja con gas. Una ración de pescado blanco supone 114 calorías; una de pescado azul, también muy saludable, 186.
- Ensaladas: Empezar las comidas principales con ensaladas, caldos o cremas desgrasadas ayudan a sentirse saciado y a comer menos en el segundo plato, que suele ser mucho más calórico. Intenta comer siempre a la misma hora, evita los rebozados, come sin prisas y sin distracciones y mastica despacio.
- Di que estás a dieta: Es bueno comunicar a nuestro entorno que estamos a dieta o que queremos cuidar especialmente nuestra alimentación. Ayudará a evitar que nos tienten a saltarnos nuestros compromisos alimentarios e, incluso, a superar el reto.
- ¿Alimentos quema-grasa?: No existen como tal, pero es verdad que hay alimentos que contienen muy pocas calorías, como algunas frutas, verduras y hortalizas. Hay quien asegura que como el cuerpo quema calorías al digerir la comida, el bajo aporte de algunos alimentos puede ayudar a perder peso. 40 gramos de apio, por ejemplo, tienen unas 7 calorías; digerirlo le cuesta al cuerpo entre 20 y 30.
- Precocinados: Muchas veces recurrimos a la comida envasada y preparada. No implica en sí ningún riesgo, pero resulta poco saludable si la establecemos como rutina. Al igual que la comida rápida, este tipo de alimentos suelen tener muchas grasas y sal. Si algún día te pasas, puedes compensar en la siguiente comida. ¿Comida muy copiosa? Haz una cena ligera.
SER Consumidor domingo 17 de Junio de 2012
55:37
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