Sagan vuelve a ganar en una carrera marcada por el caos
<b>El corredor eslovaco Peter Sagan</b>, del Liquigas, se adjudicó este viernes la sexta etapa del 99 Tour de Francia, disputada entre Epernay y Metz sobre 205 kilómetros, por delante del alemán André Greipel (Lotto-Belisol) y el australiano Mathew Goss (Orica GreenEdge), segundo y tercero
Peter Sagan sumó su tercer triunfo en la presente edición del Tour de 2012. El suizo Fabian Cancellara (RadioShack) conserva el jersey amarillo de líder de la clasificación general tras una jornada en la que Alejandro Valverde (Movistar) y Frank Schleck (RadioShack) perdieron más de 2 minutos por una caída.
Tercera etapa para 'Tourminator', de 22 años, implacable de nuevo en la recta de llegada, esta vez en un esprint reducido por la caída que 25 kilómetros antes marcó el día, eliminando a varios candidatos del esprint y algunos nombres de la general, como Alejandro Valverde (Movistar) y Frank Schleck, entre otros.
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Sagan derrotó al alemán Greipel (Lotto) y al australiano Matthew Goss (GreenEdge), no ha Cavendish, que quedo atrapado en el caos.
Pero mientras el eslovaco irrumpía con el maillot verde, el Tour vivía momentos trascendentes. A 4 segundos llegaron vivos el líder Cancellara y los principales favoritos: Wiggins, Evans, Nibali, Menchov y Samuel Sánchez.
Valverde y Franck Schleck quedaron cortados por la caída y les tocó perseguir. Cedieron 2.08 minutos y fueron los grandes derrotados junto al holandés Robert Gesink, que perdió 3.08 y llegó malherido a la meta de Metz. Un palo fuerte para los tres en una jornada de teórica transición, un golpe que prácticamente les elimina de la lucha por el podio, en vísperas de la llegada de la montaña, terreno más propicio para los tres en su lucha contra los contrarrelojistas, favorecidos en la presente edición.
La jornada ofrecía la tercera oportunidad consecutiva para los esprinters antes del fin de semana marcado por la montaña, y de inicio fue un calco que las dos anteriores. La fuga la propuso el estadounidense David Zabriskie (Garmin) apenas se descorchó la etapa en Epernay, la capital del champán. Uno de los presuntos delatores de Lance Armstrong se llevó a su rueda al belga Zingle (Cofidis), al italiano Malacarne (Europcar) y al holandés Kroon (Saxo).
El pelotón no permitió que se les fuera la fuga de las manos, como casi le ocurre en la víspera, sobre todo gracias al trabajo del Radioshack del líder, el Shimano de Tom Veelers y el Orica de Matthew Goss, que aún no se han estrenado.
Mientras se consumaba la caza, las caídas tomaron el protagonismo. Si bien el primer accidente se produjo ya en la neutralizada con un buen golpe para Jurgen Van den Broeck, uno de los hombres a seguir de cara a la general, el segundo, coincidiendo con la Cota de Buxieres (4a,km 145), dejó maltrecho a Greipel, que aspiraba a su tercera victoria. Su director lo descartó para el esprint, lo que a la postre no pasó de ser un farol, pues el de Rostock resucitó para ser segundo al final.
El momento caótico llegó a 25 de meta. Monumental montonera que afectó a 40 corredores, "algo espectacular que me ha puesto los pelos de punta", resumía en meta Luis León Sánchez. Cortes en el pelotón, que quedó dividido en mil pedazos. Por delante se marcharon Wiggins, Evans, Menchov, Nibali y Evans y el pelotón no miró hacia atrás. En el amasijo de bicicletas y entre gritos de dolor quedan atrapados Valverde, Schleck, Hesjedal y Gesink.
Carrera destrozada, de supervivencia hasta Metz. Por delante, el Lotto anuló la fuga a 1,3 de meta, con Greipel como nuevo; por detrás, Juanjo Cobo se dejaba la vida para limar tiempo y ayudar a que la pérdida de Alejandro Valverde fuera la menor posible con los favoritos que eludieron la caída.
El desenlace fue glorioso para Sagan, que levantó los brazos por tercera vez y reforzó los cimientos para llevarse en París el maillot verde, un alivio para Wiggins, Evans y compañía, por salir ilesos de la caprichosa lotería de las caídas, y un tormento para Valverde, cuyos objetivos cambiarán a partir de ahora. El sueño del podio podría dar paso al de la caza de etapa.
También fue un día aciago para el Euskaltel Euskadi, que sufrió un calvario con tres corredores. Mikel Astarloza, con fractura de codo, y Amets Txurruka, de clavícula, abandonan el Tour, mientras que Gorka Verdugo, con un golpe muy fuerte en la tibia y herida abierta tiene muy complicado seguir en carrera.
Cancellara partirá con 7 segundos de ventaja sobre Wiggins y Nibali en la séptima etapa, primera cita con la montaña y estreno de los finales en alto. El recorrido entre Tomblaine y La Planche des Belles Filles, de 199 kilómetros incluye dos puertos de tercera y uno de primera, que coincide con el ascenso final de 5,9 kilómetros al 8,5 por ciento de desnivel.
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