"La pesadilla de los bebés robados perseguirá a las víctimas durante muchos años"

Los niños robados, desaparecidos o adoptados ilegalmente son uno de los legados más dolorosos de la represión de la disidencia de izquierdas, sobre los que se piensa que hasta 30.000 personas fueron asesinadas.

Han sido 102 niños los que han descubierto su identidad verdadera, pero muchas familias siguen buscando a sus hijos más de tres décadas después. Los activistas consideran, incluso, que podría haber cientos de personas que no saben que fueron arrebatadas de sus padres.

"Esto es lo que estábamos buscando", declara el abuelo de uno de los niños robados, "Nunca hemos querido venganza, pedíamos justicia y se ha hecho justicia".

"Al final, tu alma se endurece"

No obstante, aun existen casos sin cerrar. Clara Anahí Mariani, por ejemplo, fue secuestrada a los tres meses de vida, cuando los servicios de seguridad allanaron su casa y mataron a su madre. Desde entonces, su abuela no ha dejado de buscarla incansablemente.

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"Muchas chicas vienen a ver si son Clara Anahí", comenta la abuela, que estaba tejiendo un jersey para su nieta cuando ocurrieron los fatídicos hechos, hace ya 36 años.

"Al principio era horrible comprobar que una niña que tenía el mismo nombre, la misma fecha de cumpleaños y muchas más coincidencias no diera positivo en la prueba de ADN. Al final, tu alma se endurece".

Las condenas efectuadas han dado un poco de consuelo a los familiares y activistas, pero esta abuela dice que la pesadilla de los bebés robados perseguirá a las víctimas durante muchos años.

"Es como un cuento de hadas ver en los periódicos que un niño desaparecido ha sido encontrado y que ha conocido a su familia".

"Es una sentencia histórica"

Entre las víctimas también se encuentra Macarena, la nieta del poeta argentino Juan Gelman, que ya había sido localizada en el año 2000, donde nació mientras su madre estaba detenida, y se sumó a la alegría compartida con las víctimas al conocer la noticia.

"Es una sentencia histórica que confirma el plan sistemático del robo de bebés, se empiezan a ver las caras de los responsables", ha declarado la activista.

También Estela de Carlotto, presidenta de la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo, considera que hay motivos para celebrar porque "ellos tuvieron la aberrante idea de que no íbamos a criar a nuestros nietos, pero hemos viajado por todo el mundo para encontrarlos".

Según las estimaciones de las organizaciones humanitarias, aún hay más de 400 denuncias pendientes por casos similares y unas 300 familias que han depositado sus datos en bancos de ADN con la esperanza de recuperar sus hijos y nietos robados.