Javier Gomá: "Estamos en el mejor tiempo de la historia"

A Javier Gomá le gusta escuchar a Van Morrison y sentir asombro. Es filósofo y atiende sus inquietudes desde la dirección de la Fundación Juan March. Se sienta en el programa "¿Cómo explicamos esto?" con Juan Cruz, para defender que nuestros tiempos no deberían dar lugar a la resignación, sino al convencimiento de que vivimos en el mejor tiempo de la historia.

El instinto de supervivencia de la civilización

Cuando a Javier Gomá le insisten en que estamos en la peor situación posible saca la artillería: "¿En qué otra época te gustaría estar enfermo? ¿En qué época te gustaría ser pobre? ¿En qué otra época te gustaría ser disidente del poder?"Unánimemente le responden "hoy" y por ello cree que "esta época llena de desconcierto" debería hacernos sentir orgullosos. Está convencido de que hay que aprender a través del dolor y que de esta crisis saldrá una sociedad "más madura".

¿Tiene razón el 15M?

Sostiene que el 15M es un movimiento de gran civismo, pero lamenta "un punto excesivo de desplazamiento de la culpabilidad hacia los demás" . El 15M tiende a la actitud primaria de "yo no he sido", cuando debería preguntar"¿qué puedo hacer yo?". No comparte el descrédito total de los políticos porque "no son una cepa que ha venido de Mercurio, un tercer sexo, ni intrínsecamente nocivos". El contexto europeo tampoco ayuda y el proyecto atraviesa una profunda crisis: "Europa era un ejemplo fraternal, pero ahora se ha raptado un nombre que no pertenece a las administraciones". El grave problema que tienen que afrontar las instituciones europeas lo resume así:"Europa es poder sin ejemplaridad y eso tiene una difícil legitimación".

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La historia pendiente de España

Gomá suele reconocer que va a contracorriente y lo advierte cuando propone el ejercicio derelatar la "historia fraternal de España" , después de años subrayando los momentos fratricidas. En la Guerra Civil, hubo momentos fraternales que se deberían recuperar y lo dice un hombre cuyo bisuabuelo fue asesinado por los franquistas. A pesar de su experiencia familiar es un "defensor de la reparación individual hasta el final", pero cree que ese ejercicio debe ser "compatible con la convivencia colectiva".

La ejemplaridad pública

Javier Gomá está convencido de que la vida privada importa. El Rey no infringió la ley, pero la ciudadanía siente que a las personas que "viven del presupuesto público se le debe exigir algo que va más allá de las leyes y que incluye su vida privada". Existe intimidad, pero no vida privada, porque el comportamiento de una persona produce un efecto moral.

La corrupción, el descrédito institucional y las injusticias convierten estos años en tiempos de desconcierto pero eso "forma parte de la condición humana y uno de los problemas que el hombre podría llegar a tener sería no tener asombro".