El calor, mal acompañante para los ordenadores

Nuestras fotos o nuestros escritos corren el riesgo de borrarse por culpa de las olas de calor que se producen en verano. Las altas temperaturas producen fallos en los discos duros de los equipos, que se traducen en pérdidas de datos.

Los cambios bruscos de temperatura pueden ser los causantes de pérdidas de datos en los equipos informáticos. Cuando los termómetros ascienden, los discos duros pueden tener fallos y pérdidas de documentos. La primera recomendación es tener siempre una copia de seguridad actualizada. También se pueden colocar pequeños ventiladores en los equipos y se debe comprobar que las rejillas de ventilación estén limpias para que el ordenador pueda respirar.

Por otro lado, la buena refrigeración alarga la vida útil de los ordenadores. Pero, si finalmente se produce la pérdida, lo que hay que hacer es dejar de trabajar con el disco duro y evitar abrirlo o manipularlo si no se tienen los conocimientos necesarios. La mayoría de fotos, documentos o música son recuperables con el tratamiento correcto. Sin embargo, si el usuario manipula el disco duro sin asesoría de expertos se reducen las posibilidades de recuperar la información en un 75%.

"Lo que se debe intentar evitar son los sobrecalentamientos. Cuando estás en casa, si no estás usando el ordenador, apágalo o ponlo en stand by", recomienda Nicholas Green, director general de Kroll Ontrack Iberia, empresa proveedora de servicios y software tecnológico

Normalmente, el usuario movido por los nervios trata de reiniciar el ordenador, con la esperanza de que todo vuelva a cargarse correctamente y de que los archivos sigan en su sitio. Ante una pérdida de datos, sin embargo, no es recomendable intentar reiniciar el equipo.

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"Lo primero que hay que hacer si el PC tiene problemas es no entrar en estado de pánico. Lo siguiente que habría que hacer es apagar la máquina. Si después de esto la máquina no responde, hay que contactar con los expertos", explica Green. Según una encuesta realizada por Kroll Ontrack, un 66% de las empresas españolas reconoce que alguna vez la pérdida de datos ha afectado en su balance final.

La temperatura recomendada para el buen funcionamiento de los ordenadores es 22 grados centígrados. Cuando en el exterior se superan los 30 grados comienzan a peligrar nuestros ordenadores y en verano se producen más del doble de averías que el resto del año.

Por otro lado, las tormentas de verano y la sobrecarga de la red eléctrica por el uso de aires acondicionados pueden provocar apagones y las consiguientes averías. La mejor prevención para que los altibajos de la tensión eléctrica no dañen nuestros PCs es, sin duda, desenchufarlos ante amenazas de tormentas veraniegas. Una solución más permanente podría ser instalar un estabilizador de tensión que asegure un funcionamiento ininterrumpido y una seguridad constante. "Cualquier protección adicional siempre es importante", concluye Grenn.