La Seguridad Social presenta superávit hasta agosto, pero marcha peor que en 2011
Los datos de ejecución presupuestaria hasta agosto muestran un resultado positivo de 2.721 millones de euros, un 43,5% menos que en el mismo periodo de 2011. La situación es peor aún si se tiene en cuenta que las transferencias del Estado previstas ya casi se han completado.
Las cifras de la Seguridad Social hasta agosto están en positivo, pero no es un resultado tranquilizador: en 2011 iban mejor, y se cerró el año en déficit. De acuerdo con los datos de ejecución presupuestaria, el superávit hasta agosto es de 2.721 millones de euros, frente a los 4.817 acumulados hasta agosto de 2011. Pero además buena parte del resultado positivo de 2012 se debe a que el Estado ha adelantado las transferencias que ha de hacer al Sistema a los primeros meses del año, así que la Seguridad Social afronta la recta final del año (en la que se concentran gastos importantes) con el apoyo estatal prácticamente consumido.
Más información
- Sáenz de Santamaría: ''Las pensiones se van a subir y se ajustarán a la subida de la vida''
- El déficit del Estado hasta agosto supera en casi tres décimas el objetivo de todo el año
- ¿Qué puede pasar con las pensiones?
- El Banco de España asegura que la economía cayó a un "ritmo significativo" en el tercer trimestre
- El Gobierno subirá las pensiones y tirará del Fondo de Reserva
Según los datos de la Seguridad Social, hasta agosto el Sistema tiene unos derechos reconocidos por valor de 81.676 millones de euros, y unas obligaciones reconocidas de 78.955 millones, lo que da ese resultado positivo de 2.721 millones de superávit. Pero como el propio ministerio de Empleo admite, buena parte del déficit se debe a las transferencias del Estado. Sin ellas, el superávit sería de 1.280 millones, un 73% menos que en el mismo periodo de 2011. Además, hasta agosto se han completado más del 85% de las aportaciones del Estado contempladas en el Presupuesto.
La Seguridad Social hace frente en la recta final del año a gastos fuertes: a los 7.500 millones que cada mes cuestan las pensiones contributivas, se añadirán otros 7.500 por la paga extra en diciembre. Con el rumbo que toman las cuentas, es claro que a final de año volverá a haber déficit. En 2011, en el que -como dijimos antes- las cuentas iban mejor que ahora a las mismas alturas del año, se produjo al cierre del ejercicio un déficit de 2.539 millones.
Ingresos y gastos
Los ingresos hasta agosto sumaron 81.676 millones, un 0,19% más que en el mismo periodo de 2011. De ellos, la mayoría se deben a las cotizaciones sociales, 68.149 millones, que bajan un 2,58%. Un dato preocupante, sobre todo porque caen especialmente las cotizaciones de los ocupados -las personas que tienen trabajo, un 3,5% menos- mientras que suben las cotizaciones de los parados un 6,1%, en las que el Estado ejerce de "empresario"; es decir, es el que paga.
En el caso de los gastos (78.955 millones, un 2,9% más que en 2011) el grueso va para pensiones y prestaciones contributivas: 70.911 millones. Esta partida sube un 3,4% en relación con el año pasado, porque hay más pensionistas.
Los datos son por tanto malos porque suben los gastos y mengua la principal fuente de ingresos. A la vista de estas cifras, el sistema parece abocado a un déficit superior al del año pasado. Será difícil que el Gobierno pueda evitar este año recurrir al Fondo de Reserva, la hucha de las pensiones, que cuenta con 68.000 millones acumulados desde 2000, y constituido precisamente para que se pueda tirar de él en tiempos de crisis.