Tercer relevo en el ministerio de Educación en ocho meses
Wert cesa a la secretaria general de Universidades, Amparo Camarero, dentro de una amplia remodelación ministerial que afecta a otros tres cargos
En pleno arranque del curso universitario, marcado por la subida de tasas y las protestas estudiantiles, el ministro Wert ha cesado a la secretaria general de Universidades, Amparo Camarero. La decisión, según el ministerio, se debe a una reestructuración ministerial que incluye el nombramiento de un nuevo jefe de gabinete del ministro y el paso del anterior a la Dirección General de Política Universitaria.
Más información
Por tercera vez en apenas ocho meses vuelve a cambiar el organigrama del ministerio de Educación. En esta ocasión el cese afecta a Amparo Camarero, la secretaria general de Universidades cuya destitución ha sido publicada esta mañana en el BOE, tras ser aprobada ayer en el Consejo de Ministros.
El cese se enmarca en una profunda remodelación ministerial que ha afectado a un total de cuatro altos cargos, si bien es la hasta ahora Secretaria General de Universidades la única que abandona el ministerio. En su lugar ha sido nombrado el hasta ahora Director General de Política Universitaria, Federico Morán. El cargo que éste ha dejado ha sido ocupado por Jorge Sáinz, el que fuera jefe de gabinete del ministro Wert. Los cambios se completan con el nombramiento de un nuevo jefe de gabinete del ministro: Magi Castelltort, procedente de TURESPAÑA y que anteriormente había trabajado como Director en el Palacio de Congresos de Madrid y como Vicesecretario General Técnico en el Ministerio de Cultura.
La de Camarero es la tercera marcha de un cargo relevante en el ministerio en apenas ocho meses. La primera salida fue la de la Directora General de Formación Profesional, Dolores Calvo, que abandonó el puesto en marzo apenas mes y medio después de ser nombrada, aduciendo motivos personales.
El segundo relevo fue el del Director de Evaluación y Cooperación Territorial, Javier Gisbert, que dejó el cargo en mayo apenas dos semanas después de verse involucrado en una agria polémica con la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por diferencias en la contratación de profesores nativos de inglés. Entonces el ministerio atribuyó su marcha a "motivos personales" y negó relación alguno con esta controversia.