La Plaza de Comercio de Lisboa ha sido invadida este sábado por decenas de miles de personas que han salido a la calle para protestar contra la austeridad impuesta por el gobierno de Pedro Passos Coelho, en una manifestación convocada por la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP). Su secretario general, Armenio Carlos, ha preguntado a los presentes si están disponibles para secundar una huelga general que convocarán durante los próximos días para antes de que termine el año. La fecha exacta se dará a conocer después de la reunión del Consejo Nacional de la CGTP, que se realiza el próximo día 3. «Este es el camino que tenemos que seguir para impedir el banquete que se está dando la troika, con Passos Coelho y Paulo Portas (ministro de Exteriores y líder del partido que forma la coalición) como cocineros de este festín a cargo de los trabajadores», comenzó diciendo el líder sindical, y cada vez que se refería al gobierno se escuchaban los abucheos de los presentes, que no pararon de gritar «gatunos», ladrones en portugués. «Hoy tienen que escuchar la voz del pueblo, porque si no la escuchan por las buenas, van a tener que escucharla por las malas», añadió Carlos, dejando claro que no van a parar de pedir «el cambio de políticas y el cambio de gobierno». Durante su discurso, aplaudido por las decenas de miles de portugueses que abarrotaban la plaza lisboeta, Carlos ha dicho que «un año después, el memorándum y la troika son los mayores problemas del país porque la crisis económica y social impuesta por estas políticas de austeridad ha generalizado el sufrimiento, las desigualdades y la pobreza». Y aunque a veces parecía que la voz le iba a fallar, Carlos siguió hablando para decir que «esta película ya la hemos visto en Grecia y es un camino sin salida que nos empuja hacia el precipicio». Por eso, ha pedido la participación de todos, no solo de los trabajadores afines al sindicato, sino de todos los portugueses porque «hay alternativas a la austeridad y a la troika». En concreto, la CGTP ha propuesto cuatro alternativas al gobierno, que tienen por objetivo «tasar el capital y dejar de robar siempre a los mismos, que son los trabajadores y los jubilados». Armenio Carlos ha propuesto una tasa del 0,25% sobre las transacciones financieras y un nuevo escalón, del 33,33% para las empresas que facturen más de un millón de euros. Se trata de dos medidas que el sindicalista ha dicho que «ya se han implementado en Francia», por eso ha preguntado, «por qué no se pueden implementar en Portugal, el país con las mayores desigualdades sociales de Europa». Además, quieren implementar una tasa del 10% sobre los dividendos y crear medidas efectivas para el combate al fraude y evasión fiscal. Entre los manifestantes había personas de todos los tipos y edades, desde trabajadores sindicalizados hasta familias con niños pequeños o portugueses, algunos ya jubilados, que protagonizaron la revolución de abril del 74 con la esperanza de conseguir un futuro mejor para Portugal. Esas mismas personas que lograron acabar con la dictadura, este sábado vuelven a estar en la calle, pero ya no se manifiestan por ellos, sino por el futuro de sus hijos y nietos. Para los jóvenes también ha tenido unas palabras Arménio Carlos. «Los jóvenes tienen derecho a vivir, a trabajar y ser felices en este país que es el de todos». Y por eso, el líder sindical ha dejado claro que a partir de ahora «la lucha se intensifica». «Es urgente acabar con este gobierno y esta política antes de que este gobierno y esta política acaben con el país».