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Reportaje:

Las caras del paro

Los testimonios de ocho desempleados en una oficina del paro de Madrid

Este martes hemos conocidos los datos de la EPA, que señalan que el paro subió en septiembre en 79.645 personas, dejando el número total de desempleados en España en 4.705.279 personas. Ponemos cara y conocemos la situación en la que se encuentran algunos de ellos.

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María. 32 años. Periodista y actriz. Lleva en paro desde diciembre de 2010. Empezó como becaria en un periódico en el que, más tarde, estuvo contratada siete años. Los dueños cambiaron y pasó de ser redactora jefe a verse en la calle. "Eso sí, con indemnización de 45 días, menos mal", matiza. Después de eso sólo le ha salido un trabajo en publicidad como actriz así que ha dedicado este tiempo a hacer un máster de teatro y artes escénicas y ahora se está planteando hacer un doctorado.

Alejandro Flores. 31 años. Técnico superior en instalaciones electrotécnicas. Dos años en paro. Durante este tiempo ha trabajado ocasionalmente. Hizo oposiciones para la bolsa de empleo de AENA pero estuvo trabajando seis meses y no le han vuelto a llamar. Ahora está estudiando para conseguir una de las dos plazas de mantenimiento en un museo. Su mujer también está en el paro.

Pedro García. 30 años. Licenciado en Publicidad y Comunicación Audiovisual. Está en paro desde principios del año. Desde entonces, sólo ha trabajado un mes. Por eso no le importa encontrar trabajo de algo que no sea lo suyo "para subsistir". Aprovecha para hacer cursos de Community Manager, de SEO... "como todo el mundo", cuando ve alguna oferta en alguna academia. Si en seis meses no encuentra nada, asegura que se irá fuera de España. Probablemente a Holanda o Bélgica porque tiene amigos allí.

Juan Manuel Guevara. 40 años. Electricista especialista en energías renovables. Seis meses en paro. Cuando acabaron las ayudas a las renovables en España empezó a tener problemas para encontrar trabajo. Desde entonces encuentra trabajo de forma intermitente, sobre todo en verano. Ha pedido la nacionalidad española y con ella podría trabajar en otros países europeos donde todavía se impulsan las energías renovables. Mientras espera si se la conceden o no, va a hacer un grado medio en Electrónica del Consumo y la semana que viene empezará a trabajar como repartidor de pizzas.

Beatriz Hernández Bola. 40 años. Comercial. En paro desde octubre de 2007. Estudió Derecho en Granada pero le faltan cuatro asignaturas para terminar. En los últimos años de carrera decidió marcharse a Londres a trabajar y al volver ya no tenía las ganas de terminar. Dice que ahora se arrepiente pero por otro lado piensa que, con la actual situación, no le serviría de mucho "invertir tiempo y dinero en algo que no me va a dar fruto". Siempre ha trabajado de comercial y su último trabajo fue en una multinacional americana dedicada a la fabricación y comercialización de fungible hospitalario donde trabajó durante siete años. "En el momento en el que me quedé sin trabajo yo iba un poco de sobrada. En mi empresa me iba muy bien, yo estaba siempre en el primer puesto en ventas de España y pensé que volver a lo que era lo mío sería coser y cantar", asegura. Con el paso del tiempo se dio cuenta de que no era tan fácil: "A través de Internet he podido enviar más de 2.000 currículum en este tiempo" y ha trabajado esporádicamente donde ha salido pero en muchas ocasiones sin cobrar y/o sin cotizar. Lleva más de un año sin pagar el alquiler y tiene con un montón de deudas "de cuando era rica y formaba parte de la sociedad de consumo". Sobrevive gracias a la ayuda de amigos y familiares pero aun así, dice sentirse una privilegiada: "Lo bueno es que estoy sola en el mundo, que nadie depende de mí y que en cualquier momento podré empezar de nuevo, aquí o en otro lugar".

Ana Díez. 41 años. Médico de familia. Está dada de alta en la seguridad social desde agosto de 2011 pero en realidad tiene trabajos eventuales "como muchos médicos". Asegura que sólo ha tenido trabajo indefinido una vez, cuando trabajaba en una mutua, y advierte de la precariedad de su profesión: "Han vuelto los contratos de guardias en los que trabajas de tres a ocho de la mañana y, en cuanto sales por la puerta, dejas de cotizar". Por eso afirma que tener un contrato de seis meses para un médico "es lo mejor que te puede pasar".

César López. 58 años. Delineante. 25 años en paro. Trabajó 15 años en la empresa nacional de ingeniería (INITEC) pero en el 88 se empezó a restructurar plantilla y le ofrecieron irse voluntariamente con una buena indemnización. Él aceptó y gracias a ese dinero pudo comprarse un apartamento que alquila y hoy se ha convertido en su fuente de ingresos. No ha vuelto a trabajar porque él se considera "artista no oficinista" pero cree que del arte no se puede vivir a no ser que tengas contactos. Está completamente "desenganchado" del mundo laboral y cree que no puede estar continuamente actualizando conocimientos para no encontrar trabajo nunca", así que hace tiempo que dejó de formarse.

Michele Rubilotta. 49 años. Ingeniero mecánico. Año y medio en el paro. Es italiano pero lleva ocho años en España donde trabajó en una multinacional japonesa hasta que cerró. Desde entonces no ha encontrado trabajo. Ha pasado el proceso de selección de una empresa que busca gente para trabajar en los Emiratos Árabes pero "es lenta la cosa", afirma. No sabe cuándo empezará a trabajar y ya lleva tiempo esperando. Ha estado trabajando toda su vida.

Elisa Muñoz

Elisa Muñoz

Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...

 
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