Salman Rushdie: "'Versos satánicos' fue un pretexto para lanzar ideas antioccidentales"
El escritor afirma que las reacciones contra el vídeo en YouTube son absurdas e inadecuadas y están generadas más por planteamientos políticos que religiosos
Salman Rushdie ha presentado en la Cadena SER su libro Joseph Anton, en el que relata sus años de clandestinidad tras la fatua proclamada por el ayatolá Jomeini en 1989 por la que se le condenaba a muerte.
En la entrevista concedida al programa Hoy por Hoy de la Cadena SER, Salman Rushdie considera que el vídeo que ha provocado en el mundo árabe reacciones violentas contra Estados Unidos y Occidente es realmente "estúpido" aunque no ha afectada para nada su vida. Sí considera que las reacciones han sido a"bsurdas e inadecuadas", pero también señala que ese vídeo es de las peores cosas que hay en YouTube y eso que en ese medio hay mucha basura.
Más información
Añade que hay que entender que todo lo sucedido en parte no es tanto religioso como político, es decir, hay líderes políticos o religioso-políticos que utilizan pretextos como estos para lanzar todo tipo de ideas antioccidentales. Para Rushdie el vídeo no es más que una excusa porque hay una industria que genera este tipo de confrontaciones violentas y lo que ocurrió con Versos satánicos fue uno de los primeros ejemplos de eso, lo que pasa es que ahora sucede con mayor frecuencia.
Salman Rushdie recuerda en la entrevista que su libro estuvo vendiéndose en Irán durante seis meses sin que pasara nada hasta que Jomeini decidió condenarle a muerte. Confiesa que mucha gente le pidió que se arrepintiese de lo que había escrito, pero nunca lo hizo porque creía que lo correcto era defender la libertad y su derecho a escribir algo por lo que a nadie debe condenarse a muerte. En este sentido desmiente haber expresado algún atisbo de arrepentimiento como sostuvo el ex rector de la Universidad Complutense de Madrid, Gustavo Villapalos, que se ofreció a mediar ante el ayatolá Jomeini.
El escritor sí se arrepiente de haber aceptado la protección policial en Gran Bretaña y su reclusión en un lugar secreto cuando esa protección podría haberla tenido en su propia casa en Londres. Y lo siente especialmente por su hijo que cuando ocurrió todo tenía sólo 9 años y ha tenido que soportar esa terrible situación. Salman Rushdie ha recordado con sorpresa cómo escritores de la talla de John Le Carré, John Berger o Roald Dahl criticaron lo que había hecho, lo mismo que algunos políticos en el Reino Unido.