El Milan recupera el pulso con su victoria en casa del Zenit

La victoria supuso un gran alivio para el técnico del equipo del norte de Italia, Massimiliano Allegri, que, según los rumores, podía haber sido fulminantemente despedido hoy mismo en caso de derrota en tierras rusas.

El partido enfrentaba a dos equipos sumidos en una profunda depresión debido a los malos resultados que han puesto en solfa a sus respectivos entrenadores. El técnico de los locales, el italiano Luciano Spalletti, apostó por vez primera por conceder la titularidad al club de los 100 millones de euros, es decir, el brasileño Hulk y el belga Witsel. El que siguió sin jugar es el rebelde Denísov, titular indiscutible durante las últimas temporadas, pero que ha sido apartado del equipo por negarse a jugar hasta que le suban el sueldo.

Mientras, Allegri puso de inicio al español Bojan, que estuvo acompañado en la dupla de ataque por El Shaarawy, en estos momentos la principal estrella del equipo transalpino.

El Zenit esperaba recuperarse de su contundente derrota en Málaga (0-3), pero el Milan le sorprendió con dos goles en apenas tres minutos. Primero el holandés Emanuelson inauguró el marcador de falta directa (m. 13). Con muchas dosis de fortuna el balón rebotó en la barrera, despistando al guardameta ruso, que nada pudo hacer para evitar el gol.

Sin tiempo para celebraciones, El Shaarawy demostró porqué es el jugador de moda en Italia al anotar el segundo en una magnífica jugada individual en la que se fue de varios jugadores rivales (m.16).

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A partir de ahí, el Zenit bajó los brazos y el equipo visitante manejó a su antojo el encuentro hasta el punto de acallar la habitualmente ruidosa y fiel afición local.

Solo en los últimos quince minutos del primer tiempo el Zenit le echó casta y puso en aprietos al veterano Abbiati que se tuvo que emplear a fondo para frenar las acometidas locales. Así, Hulk justificó su desorbitado sueldo al recortar distancias en el último minuto con un duro disparo en el área grande tras un buen pase interior de Shirókov.

El gol demostró ser psicológico, ya que nada más arrancar la segunda parte, el equipo de la antigua capital zarista empató el partido. Fue el omnipresente Shirókov, quien aprovechó una mala salida de Abbiati en un saque de esquina para empatar con un impecable remate de cabeza.

Witsel, que apenas había podido jugar con su nuevo equipo debido a sendas lesiones, quiso sumarse a la fiesta con un fenomenal disparo desde el borde del área que se fue desviado por muy poco. El resto del partido fue un auténtico toma y daca entre dos escuadras necesitadas de victorias para mejorar su autoestima.

Allegri intentó llevarse los tres puntos al introducir a Pazzini por el exbarcelonista Bojan, que estuvo desaparecido en combate durante todo el partido. Cuando parecía que el partido se inclinaba en favor del Zenit, fue el Milán el que acertó a ponerse por delante y llevarse el partido. Fue un centro raso desde la derecha sin mucho peligro, que el defensa eslovaco del equipo ruso Hubocan despejó contra su propia portería sorprendiendo a Malaféev.

A partir de ahí, el Zenit lo intentó a la desesperada, pero entre un magnífico Abbiati y la falta de puntería, no lograron nivelar el marcador (m.82). El guardameta italiano estuvo especialmente acertado al despejar con una prodigiosa estirada un magnífico disparo a la primera de Anyukov a la salida de un córner que se colaba en la portería visitante a media altura (m.82).

Ahora, el Zenit recibirá en la próxima jornada al Anderletch con la obligación de ganar si no quiere quedarse fuera de la lucha por los primeros dos puestos del grupo, mientras el Milán viajará a Málaga con cuatro puntos en su haber.

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