Fuga de patentes
Los investigadores españoles buscan cada vez más el mercado internacional para vender sus inventos
La investigación española sufre una fuga de patentes hacia el mercado internacional desde que empezó la crisis, fruto de la escasez de inversores dentro de nuestras fronteras. El número de solicitudes de patentes españolas en el extranjero se ha disparado, con un aumento del 12% en lo que llevamos de año, frente a bajada del 9% de solicitud de patentes en España.
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"No hay más remedio que salir fuera. Aquí no hay dinero disponible y no queda otra que sacar la cabeza por la ventana y probar suerte en otros territorios". Son palabras de Manuel Matellán, director del Club de Inventores de España, que describe así la precaria situación que viven los investigadores e inventores españoles. La crisis económica provoca que cada vez sean menos las empresas de España que decidan invertir en nuevos inventos y avances, de la misma manera que cada vez son más los inventores que huyen al mercado internacional para intentar vender sus ingenios. Los últimos números son claros: al mismo tiempo que las patentes nacionales bajaron un 9% durante los primeros ocho meses de este año con respecto al curso anterior, los españoles que solicitan la patente a nivel europeo subieron un 12%. Los sectores de la tecnología médica y la farmacéutica son los que más solicitudes españolas de patente registran en Europa.
Un molino de viento diseñado para vendavales
Lorenzo Flores, natural de La Rioja, investigó y diseñó un nuevo modelo de molino de energía eólica que podía resistir vientos de gran fuerza: mientras la Oficina Española de Patentes se decidía a otorgarle o no una patente, Lorenzo tomó la iniciativa y se lanzó al mercado internacional, consiguiendo la patente en Estados Unidos y Australia, donde su proyecto se va desarrollando. Historias como las de Lorenzo son cada vez más comunes en el campo de la investigación nacional. "En Australia y Estados Unidos me otorgaron la patente en 2010, y en España se puede decir que aún estoy esperando". Lorenzo, que recuerda que dentro de nuestras fronteras lo que vio fue "mucha burocracia, venga a sacar dinero", recibe llamadas de empresas, aunque sólo una empresa española se ha interesado directamente. Lorenzo desconfía, "no sé con qué intención llaman, si para averiguar, para sonsacar o para qué".
El conocimiento, mejor valorado en el extranjero
"Se van fuera porque aquí no pueden explotar su conocimiento". Los expertos en la materia no dudan en acusar directamente a la crisis económica y a la escasa inversión en investigación que se hace dentro de nuestras fronteras. Ángel Díez, asesor legal de la Asociación Española de Propietarios de Patentes y Marcas, señala que "llevamos años formando a nuestros investigadores, y la gente sale muy bien preparada de España. Pero esos esfuerzos formativos son explotados en otros países, ya que aquí no encuentran un contexto en el que explotar su conocimiento". La escasa inversión que se realiza en I+D+i en nuestro país, muy por debajo de la media europea, también incide en esta brecha: "es lógico que se produzca una fuga de conocimiento a países donde se invierte más, pero estamos perdiendo mucha competitividad y mucho valor humano".
Los recortes afectan a la investigación universitaria
La crisis económica y los recortes también se han cobrado sus víctimas en la investigación universitaria, importante fuente de patentes. Según explica Jesús González, del despacho Herrero & Asociados, especializado en protección de la propiedad industrial, "las universidades están como están, los recortes afectan a sus proyectos de investigación y a todas las patentes que salen de ahí".
Las empresas que se dedican a la exportación son, a día de hoy, las que mejor llevan la crisis. De hecho, la actividad internacional de los investigadores españoles es una de las que más ha crecido en Europa en los últimos tiempos. Sectores de la investigación española como el farmacéutico o el de la tecnología médica han visto cómo su número de solicitudes de patentes europeas crecía exponencialmente desde el comienzo de la crisis: en ambos casos, el número de patentes solicitadas para el continente europeo casi se ha duplicado entre 2006 y 2011.
