Empresas de rechupete
La gastronomía y la alimentación se han convertido en un caladero de oportunidades.- Mientras algunas empresas bajan la persiana, nacen otras que apuestan por la innovación y el mercado exterior
Madrid
"Hemos planteado tres ideas de negocio sabiendo que talvez la que funciona es una cuarta. Pero lo que teníamos no nos llenaba", afirma Àlex Domínguez. "Y yo estaba cansado de oír mis propias quejas. Era el momento. No teníamos nada que perder", añade Francesc Castro. "Con 32 años, si te sale mal no se acaba el mundo".
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Domínguez y Castro son dos de los tres socios de Aborígens - Local Food Insiders, una joven empresa gastronómica que acaba de cumplir seis meses y que nació, en Barcelona, al caliu de la devoción de un grupo de amigos por los quesos, los vinos y los buenos restaurantes. Una afinidad que ha derivado en tres servicios: comunicación, organización de eventos y el plato fuerte: los tours de turismo gastronómico.
"Llevábamos años dándole vueltas. Conocíamos a extranjeros que lo habían hecho en sus países y cuando llegaban amigos de fuera detectábamos esa demanda, así que la insatisfacción laboral, en realidad, fue solo una excusa", asegura Domínguez.
La filosofía de Aborígens se apoya en lo genuino, lo alternativo y el gusto por los grupos reducidos. "Durante el Mobile Congress, unos clientes nos pidieron que les llevásemos a comer bien, y optamos por Can Vallés. Un local que no está de moda, no es nuevo, no cuenta con un cocinero famoso y no invita a blogueros, pero que tiene un producto cojonudo... ¡y todo el mundo quedó muy satisfecho!", explican.
Aborígens es un ejemplo de cómo el sector de la gastronomía y la alimentación se han convertido en un caladero de oportunidades con las que fintar a la crisis. Según datos de la patronal FIAB, el sector de la alimentación movió más de 80.000 millones de euros en 2010 (el 7% del PIB español) y, aunque últimamente hay muchos negocios tradicionales que han bajado la persiana, también abundan los ejemplos de empresas innovadoras que salen adelante: pequeñas fábricas, negocios relacionados con el turismo, agencias de exportación, medios informativos...
Más clientes en China que en España
Una de las claves es ver oportunidades donde los demás ven solo dificultades. Algo en lo que Mónica Muñoz, a diferencia de Castro y Domínguez, ya tiene experiencia. Y es que esta empresaria madrileña, presidenta y editora del periódico Mercados del vino y la distribución, solo sabe decir "16 palabras de mandarín: hola, gracias"... Pero Muñoz aprovechó la Expo de Shangai 2010 para llevar a China una versión en chino de su periódico y la apuesta ha tenido tanto éxito (150.000 ejemplares al mes de páginas salmón dedicadas íntegramente a la gastronomía española) que ya ha derivado en una segunda iniciativa empresarial: la exportadora Spanish Gastronomy Trade.
"Cuando detectamos que las bodegas españolas estaban emprendiendo una huida hacia fuera, comprendimos que había que acompañarlas", explica Muñoz. "Pero no nos esperábamos tanta demanda", añade. Un año después de salir al mercado chino, Mercados del vino y la gastronomía contaba con 700 puntos de distribución. "Pensamos que si, a cada uno le vendíamos una caja de vino, vendíamos ¡700 cajas! de una sentada", refiere la empresaria.
"En China hay una gran demanda de conocimiento y productos españoles. Exportamos vino, galletas, chocolate, aceitunas, jamón... y ¡hasta agua embotellada!", señala Muñoz. No todos los chinos conocen y pueden permitirse un aceite de importación pero Spanish Gastronomy Trade sabe que en China unos 50 o 60 millones de clientes potenciales. ¡Más que habitantes tiene España! Así que asesoran a las empresas españolas con el etiquetado, las patentes o el márqueting... y luego se convierten en "su departamento de exportación a China", mandando contenedores por barco desde el puerto de Valencia.
La clave es la innovación
Isabel Bardají, catedrática de Economía Agraria de la Universidad Politécnica de Madrid, asegura que "no es un buen momento para la economía en general, y tampoco lo es para el sector agroalimentario". Pero reconoce que "innovando" hay esperanza. "Hay gente que lo está haciendo muy bien", dice.
Gente como la gironina Ingrid Rahola, que fundó Llagurt junto a una amiga de infancia en plena crisis, y ahora, una año y medio después, cuenta ya con 12 tiendas de helado yogurt, artesano y ecológico.
"Nuestro producto es comida y el precio ronda los dos o tres euros", dice Rahola por teléfono. "Para bien o para mal, estamos educados para consumir y, aunque no podamos comprar ciertas cosas, un helado sí que te lo puedes permitir, así que sí: creo que era un buen momento para empezar".
Llagurt es una adaptación a la catalana de lo que la socia de Rahola, Glòria Salomó, vio que triunfaba en Chicago en 2010. Tanto le sorprendió que una yogurtería congregase enormes colas en la calle, que le mandó un mail "larguísimo" a su amiga desde EE UU. Un mail con el que empezaron a divisar "la oportunidad" de llevar a cabo ese algo con el que habían soñado desde pequeñas. "Ahora nos ha salido competencia", dice Rahola. "Pero en Cataluña fuimos las primeras y eso ha ayudado".
En lo que coinciden todos los expertos es en señalar que en el sector de la alimentación y la gastronomía, aún hay muchas oportunidades, y que en lo referente a imagen exterior y exportaciones, Italia y Francia (los principales competidores de España) siguen llevándonos mucha ventaja.
"Aún siendo de menor calidad, el jamón de Parma tiene mucha más presencia en el mundo que el jamón serrano. Y con el aceite de oliva pasa lo mismo: Italia exporta más del que produce porque se lo compra en bidones a España o Grecia", explica el gastrónomo, profesor de IESE y exdirector general de Nestlé España, Jaume Llopis.
"Los restaurantes italianos llevan más de 100 años por el mundo. Españoles, empieza a haberlos ahora", añade. "Y los grandes chefs le han hecho un gran favor a la industria alimentaria española. Pueden servir como palanca... Pero aunque el sector está declarado como industria preferente, las autoridades no le están prestando mucha atención".
Aborígens está echando a andar poco a poco. En sus primeros cinco meses de vida solo han conseguido vender "dos webs" y por una de ellas aún no han cobrado porque "depende de fondos de la Generalitat", comenta resignado Francesc Castro. Pero la adversidad aún no ha derrotado a los emprendedores gastronómicos. "¿Qué si nos va a ir bien? Yo creo que sí".
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Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...