El Tribunal Supremo condena la especulación inmobiliaria

El Tribunal Supremo ha puesto coto a la especulación inmobiliaria. La sala de lo civil ha confirmado la sentencia de la Audiencia de Valencia que obligaba a dos demandados a abonar 463.000 euros por la compraventa de dos áticos a una inmobiliaria. Los compradores dieron la señal de los inmuebles para tratar de revenderlos por un precio superior, antes de la escritura de compraventa.

Miguel y María hicieron lo que muchos españoles durante los años del boom inmobiliario. Dieron la señal para reservar dos dúplex en Valencia con la idea de revenderlos antes de formalizar la escritura de compraventa y sacar un beneficio. El plan no salió como ellos pensaban porque llegó la crisis económica.

Ambos han intentado sin éxito que la Justicia les respaldara para no pagar los 463.000 euros que les faltaban por los dos áticos. El último portazo lo han recibido en el Tribunal Supremo. La sala de lo civil sostiene que "los demandados compraron con fines especulativos, obviando la escrituración y los gastos correspondientes hasta que la situación económica se deteriora y las ventas se ralentizan hasta el punto de que se ven en la necesidad de subrogarse en el préstamo hipotecario, lo que se les deniega por su edad y falta de solvencia".

En esta tesitura, añade, "los recurrentes pretenden aceptar los beneficios de la especulación pero repercutiendo en la vendedora las pérdidas que se pudieran presentar, lo que es contrario a la buena fe". Los magistrados también rechazan el argumento del acontecimiento imprevisible de la crisis económica porque se trata "de una situación de riesgo que era posible anticipar mentalmente, dado que las fluctuaciones del mercado son cíclicas como la historia económica demuestra".