Pon una burbuja en tu vida
La situación actual, convulsa y pesimista, solo tiene una salida: el empuje de todos, el mantener a flote la vilipendiada calidad, y que los profesionales de verdad sigan demostrando su valía sin desmayo. Con esos tres argumentos estoy convencido de que podremos ser corchos en la marejada que se avecina. La solución soñada podría ser meterse en una burbuja, protegernos hasta que todo esto pase, olvidarnos de la sociedad deshumanizada en la que nos ha tocado vivir, y romper nuestra burbuja tras la hibernación cuando vislumbremos tiempos mejores. Pero como esto es una utopía, porque en el fondo necesitamos de los demás, podemos optar por ahogar nuestras penas en la alegría que aportan las burbujas de los cavas, champagnes y sidras espumosas.