Con más retraso de lo esperado, el rey ha inaugurado este sábado las sesiones plenarias de la XXII Cumbre Iberoamericana tras saludar, apoyado en una muleta y junto al presidente del Gobierno Mariano Rajoy, a cada uno de los líderes invitados y demás participantes en la reunión. En unas breves palabras para declarar inaugurada la primera sesión, don Juan Carlos se ha mostrado convencido de que el trabajo de los líderes iberoamericanos en esta cita «resultará tan fructífero como en las anteriores». «Los ciudadanos de nuestros países esperan que en las Cumbre Iberoamericana hablemos de ellos y también que tratemos sus problemas» y es por esto por lo que Rajoy ha planteado, nada más empezar su intervención, que durante las conversaciones con los mandatario prestará especial atención a las políticas de crecimiento, pero sin dejar relegadas las cuestiones y problemas sociales y culturales. En alusión a la crisis, el presidente del Gobierno ha dicho que «actualmente América Latina tiene una posición más ventajosa para sortear la crisis que los países europeos, y es una posición que se han ganado». Y es precisamente por eso por lo que Rajoy apuesta por poner como ejemplo la experiencia latinoamericana, un trabajo por el crecimiento que ha calificado como «positivo» y que entiende que puede «inspirar confianza». Demuestra que los países se puede sobrevenir de la crisis y, con una buena relación en conjunto, ayudar a España en su trabajo. Aun así, y aunque Rajoy reconoce que España necesita a Latinoamérica, también recuerda que nuestro país fue pionero invertir en los países latinoamericanos. Pero «si América Latina es una oportunidad para Europa, nosotros también lo somos para vosotros» ha dicho el presidente dirigiéndose a los mandatarios asistentes a la Cumbre. Así ha querido invitar a los empresarios latinoamericanos ha expandir sus negocios y llegara al «terreno fértil» que supone Europa. Con ello, conseguirían crecer, pero también se conseguiría un gran beneficio económico para una Europa inmersa en la crisis. Algo que Rajoy ha definido como «beneficio para todos». En un nuevo alago hacia los países invitados, Rajoy ha explicado que en un mundo tan cambiante y globalizado como el actual, América Latina aparece como «una realidad que toma fuerza». «La comunidad iberoamericana tiene un peso internacional que tenemos que potenciar, tenemos que hacer mejor uso de ella», ha recomendado, para luego recordar que «no hay fuerza sin solidaridad», por lo que hace un llamamiento para mantener el trabajo en conjunto. «El futuro necesita una voz iberoamericana, pero no se trata de hablar con diferentes voces, si no con una sola voz». En cuanto a los acuerdos a los que se espera llegar durante las próximas reuniones entre mandatarios, el Ejecutivo resalta la importancia de la Carta Iberoamericana de las PYMES, pequeñas y medianas empresas, como motor del crecimiento económico. Pero también, la Carta de Transparencia de la información pública, con la que se comprometen los países firmantes a crear unas instituciones más claras y con valor añadido para los ciudadanos. Como dato anecdótico, el rey, haciendo gala de su habla distendida, ha recordado tras la intervención de Rajoy que es necesario que los interlocutores se ajusten a los tiempos establecidos.