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China derrumbará 700 montañas para construir una nueva ciudad

A pesar de las dudas sobre la viabilidad de la zona para vivir, la constructora ha empezado ya con el proyecto

Hace poco más de una semana se derrumbó una casa que aguantó un año en medio de una autopista. Sus inquilinos se resistían a abandonarla porque no llegaban a un acuerdo sobre la indemnización con la constructora(EFE)

Un lugar en el que hay 700 montañas no parece el más adecuado para construir una ciudad. Pero no piensa lo mismo en una empresa constructora china, que va a invertir más de dos billones de libras en derrumbar todo un sistema montañoso para levantar una nueva metrópolis.

La empresa autóctona Pacific Construction Group está detrás de este sorprendente proyecto. Se cree que el plan de construcción resultará rentable y atraerá miles de millones a la economía de la provincia de Gansu, donde se va a edificar, en el noroeste del país.

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La constructora parece tener muy claro la viabilidad del proyecto, pero los economistas y ecologistas no las tienen todas consigo. Y es que Lanzhou es la ciudad del país menos desarrollada de China y con más polución, de hecho, la Organización Mundial de la Salud la nombró como la urbe con el aire más contaminado de toda China, en gran parte debido a la extensa industria textil, de fertilizantes y en metalurgia, en la que basa su economía. Además, la zona ni siquiera tiene suficiente agua, por el momento, para sus 3,6 millones de habitantes ni suficientes recursos naturales, según los ecologistas.

Y es que en China, a la hora de realizar nuevas construcciones, parece ser que no están dispuestos a que nada ni nadie se interponga en sus planes. Hace poco más de una semana se derrumbó una casa que aguantó un año en medio de una autopista. Sus inquilinos se resistían a abandonarla porque no llegaban a un acuerdo sobre la indemnización con la constructora, algo que no varió los planes de la empresa: construyeron la carretera rodeando la vivienda, de 5 pisos, que quedó justo en medio de los dos carriles.

El edificio, en la localidad de Wenling (provincia oriental de Zhejiang), ha sido finalmente derruido por las excavadoras, ya que el último inquilino de la casa, Luo Baogen, de 67 años, y su esposa acordaron marcharse a cambio de 260.000 yuanes (unos 41.000 dólares) y un solar para construir una nueva vivienda.

 
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