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La invasión silenciosa

Animales y plantas llegados de otros países atacan el ecosistema autóctono

Jacinto de agua o Camalote, tienen la capacidad de cubrir la superficie de los ríos formando una especie de alfombra que impide el paso de la luz, afectando a la vida subacuática.(EFE)

Jacinto de agua o Camalote, tienen la capacidad de cubrir la superficie de los ríos formando una especie de alfombra que impide el paso de la luz, afectando a la vida subacuática.

Decenas de especies animales o vegetales han llegado a España en las últimas décadas procedentes de otras latitudes. La implantación y aclimatación de muchas de ellas, así como su reproducción rápida y su agresividad, están poniendo en peligro de extinción a otras especies propias, o están generando importantes pérdidas económicas para la industria o la agricultura.

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No son ejércitos, pero casi. No utilizan armas de fuego, aunque sus ataques provocan otro tipo de bajas, así como una serie de daños que, a la larga, pueden resultar nefastos. La batalla no se libra a la vista de todos, pero está ahí, minando poco a poco nuestro ecosistema. Decenas de especies procedentes de otros países, han llegado a España, donde han conseguido implantarse y habituarse a las nuevas condiciones del hábitat. Se las conoce como invasoras, porque pueden llegar a sustituir a las especies autóctonas, dejando a éstas en riesgo de extinción. Algunas de ellas, también pueden transmitir enfermedades y generar pérdidas económicas millonarias. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) representan la segunda causa más significativa de la extinción de especies en todo el mundo, y su impacto es, por lo general, irreversible.

Así nos invaden

Las especies invasoras se introducen en otro territorio debido, fundamentalmente, a la acción humana, aunque también pueden contribuir otros factores medioambientales, como cambios en las corrientes marinas, en los vientos o en las temperaturas. Desde la mascota exótica llegada del extranjero que más tarde queda en libertad y a su suerte, hasta la dispersión accidental provocada por el comercio o el turismo, todo puede facilitar la invasión. Es, en palabras de Rafael Araújo, experto en moluscos del Museo de Ciencias Naturales del CSIC, "un granpeligro, porque penetran en un ecosistema que no es el propio, por lo que el sistema no está preparado para ellas, y pueden provocar desequilibrios desde mínimos hasta tremendos. Se trata de especies grandes que, por su capacidad, por su fisiología o por su reproducción,ocasionan grandes cambios".

Es el caso del Mejillón Cebra. Hace doce años se detectaron los primeros ejemplares en el ríoEbro, adonde llegaron desde el Mar Negro o el Caspio adosados a embarcaciones procedentes de allí. Los trasvases de agua podrían facilitar su expansión hacia otras cuencas. Y eso, lo que consigue, es multiplicar el problema. El Mejillón Cebra, que no es comestible para el hombre, se reproduce mucho y a gran velocidad. Afecta a la composición de las aguas fluviales y a las especies autóctonas, como la Margaritifera Auricularia, un bivalvo que se encuentra en peligro de extinción por su culpa. No es el único quebradero de cabeza provocado por este Mejillón invasor. Según Rafael Araújo, el Mejillón Cebra "sereproduce en grandes colonias y puedeacarrear la paralización de centrales eléctricas o nucleares, por un taponamientode las tuberías de conducción. También puede inutilizar los sistemas de riego o provocar la clausura de embalses".

La lista negra

Junto al Mejillón Cebra, algo más deun centenar deespecies comparten el dudoso honor de pertenecer al listado oficial donde figuran los nombres y apellidos de los animales y plantas que amenazan nuestro ecosistema. Antes de la victoria del PP en las elecciones de noviembre de 2011, el Gobierno de Zapatero aprobó el catálogo de especies exóticas e invasoras y también las que lo eran potencialmente. La oposición de varias Comunidades Autónomas a la inclusión de algunas especies en ese catálogo, llevó al Gobierno de Rajoy a plantearse la revisión del listado, sobre todo después de unasentencia del Tribunal Supremo que sacaba de la lista a una especie concreta de pez, el Black-Bass, dando la razón, así, a la Federación Española de Pesca y a su recurso contencionso-administrativo.

Entre las especies más peligrosas se encuentran, aparte del Mejillón Cebra, la Avispa Asiática, que se alimenta de abejas y aniquila las colmenas.Ya estáimplantada en Euskadi y Navarra, aunque los expertos creen que en solo una década se habrá extendido por toda la península Ibérica. Procede de Francia, adonde habría llegado en un cargamento de madera procedente de Asia. También de oriente es originario el Mosquito Tigre, asentado en Cataluña, y cuya dolorosa picadura puedeocasionar importantes reacciones alérgicas; yel Picudo Rojo, un escarabajo que destruye completamente el interior de las palmeras y quesigue amenazando algo tanimportante como el Palmeral de Elche, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

También hay plantas invasoras. Por ejemplo: la conocida hierba de la Pampa o"Plumero", lleva más de un siglo en España y reduce la presencia de otras especies en los lugares donde se asienta. El helecho de agua (Azolla), así como el Jacinto de agua o Camalote, tienen la capacidad de cubrir la superficie de los ríos formando una especie de alfombra que impide el paso de la luz, afectando a la vida subacuática. El Camalote, además, ha encendido todas las alarmas en el río Guadiana. Su rápida proliferación, especialmente en primavera, ocasiona tapones en el cauce fluvial, es un problema para la pesca y constituye una amenaza para los agricultores ante el riesgo de que se introduzca en los canales de riego.

Nuevas invasiones acechan

Científicos del Centro Oceanográfico de Baleares han detectado, por primera vez, en el Mediterráneo larvas de un camarón originario del Pacífico, lo que supondría una prueba de una invasión incipiente. Rafael Araújo, del Museo de Ciencias Naturales del CSIC, señala que "tiene que haber especies invasoras que todavía no hemos visto, que no han empezado a actuar o que su nivel de actuación es silencioso o lento. Atajar la expansión de estas especies se está demostrando que es imposible".

Carlos Cala

Carlos Cala

Empieza en la radio en 1992, en la emisora de la Cadena SER en Morón de la Frontera, trabajo que simultanea...

 
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