Descubren en el Pacífico una babosa hermafrodita con 'pene desechable'
Esta especie marina pierde su pene después de realizar el acto sexual y, 24 horas después, le vuelve a salir y puede volver a utilizarlo
Científicos japoneses han descubierto una especie de babosa marina, Chromodoris reticulata, que pierde su pene después de la cópula y poco después se regenera. Además, estas babosas son hermafroditas simultáneas, es decir, que tienen órganos sexuales masculinos y femeninos que pueden usar al mismo tiempo. Según explican los científicos, la vida sexual de esta especie es complicada.
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Investigadores japoneses han descubierto que la babosa marina conocida como Chromodoris reticulata tiene una característica nunca vista en otra especie: pierde su pene después de la cópula y poco después le vuelve a salir y puede utilizarlo otra vez. Los autores del trabajo, publicado en Royal Society, han descrito este fenómeno como 'pene desechable'.
Los científicos han indicado que la vida sexual de la babosa marina es complicada, incluso antes de conocer que tenían esta característica. Concretamente, se conoce que casi todas estas criaturas (nudibranquios) son "hermafroditas simultáneas". Esto significa que poseen órganos sexuales masculinos y femeninos y que puede usar ambos al mismo tiempo.
De este modo, el aparato reproductivo general se encuentra en el lado derecho del cuerpo y si dos nudibranquios se unen, uno mira hacia un lado y el otro a la inversa, con la parte derecha de sus cuerpos en contacto, tocándose. "El pene de uno encaja en la abertura femenina del otro, y el pene de éste encaja en la abertura femenina de la primera", han explicado los investigadores.
Para llegar a conocer el comportamiento de esta especie, los científicos japoneses observaron 31 veces el apareamiento del animal, que vive en el Pacífico. El acto dura entre unos pocos segundos y unos pocos minutos, tras lo cual las criaturas se separan y se despojaron de sus penes, que dejaron en el fondo del tanque.
Esto ya era conocido por los investigadores que, sin embargo, se sorprendieron al comprobar que sólo 24 horas después, las babosas marinas habían regenerado sus órganos masculinos y estaban listas para aparearse de nuevo. En total, las babosas copularon hasta tres veces en sucesión, con 24 horas entre un encuentro y otro.
La investigación continúa ya que, según han indicado los expertos, no ha quedado claro si la vida sexual del animal -al menos su parte masculina- se terminaba una vez que el pene interno fuese utilizado en estos intentos o si, tras algunas semanas o meses, el órgano puede volver a crecer.
En este sentido, tras un examen más detallado de la anatomía de los animales, se ha revelado que las babosas tenían una gran parte de su pene enrollado en un espiral al interior de sus cuerpos, el cual luego usarían para reponer la parte faltante. Los científicos también notaron que los penes están equipados con espinas.