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Los indocumentados de Estados Unidos ante la reforma: "Ya es hora"

Los inmigrantes dan la bienvenida a la propuesta migratoria de Obama y el Senado

Obama presenta la reforma migratoria en Las Vegas(Reuters)

Obama presenta la reforma migratoria en Las Vegas

El Presidente Barack Obama hablaba desde Nevada y, en Queens, en Nueva York, decenas de personas apartaban la vista de la pantalla.

La sede de Make The Road (Se hace camino), sirvió de punto de encuentro para que los inmigrantes del barrio vieran juntos el discurso en el que el presidente presentó sus propuestas para reformar las leyes de inmigración. Las palabras de Obama se recibían al grito de "Sí se puede" y con ovaciones que subieron de volumen cuando el presidente recordó que, en EEUU, casi todo el mundo tiene un antepasado de otro país. "A no ser que seas uno de los primeros americanos, un nativo americano, viniste de otro lugar, alguien te trajo", dijo Obama

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Aunque, de momento, sólo sean propuestas, para quien lleva años sin ver una salida a su situación legal, es una muy buena noticia.

Antonio es uno de los llamados dreamers (soñadores), como se conoce a los chicos que luchan por el DREAM Act, la ley para conceder la ciudadanía a los jóvenes que llegaron como ilegales a este país, tras pasar por la universidad o el ejército. Tiene 18 años, es de México y vino a EEUU con 10, cruzando la frontera con sus padres. "Es increíble, es la primera vez que el presidente Obama sale públicamente a explicar los términos de una reforma migratoria integral, no sólo para los dreamers, pero para todas nuestras familias y esto es lo más importante". Él ha conseguido permiso de trabajo a través de la Acción Diferida que anunció Obama hace unos meses, una medida que les protegía temporalmente de la deportación. La reforma llegará tarde para su familia. Sus padres tuvieron que regresar a México y él ahora vive con sus tíos, aunque se conforma con poder ir a visitarlos.

Marta Gualo lleva 17 años en EEUU y, aunque tampoco tiene papeles, se gana la vida en un taller de coches. "Si a mí me llegaran los papeles lo primero sería ir a ver a mis hijos en Ecuador, a toda mi familia", dice con la voz entrecortada por la emoción. El más pequeño de los cinco, tenía sólo 11 meses cuando se marchó. "Es muy doloroso, muy doloroso y sólo les digo al Presidente y a todos los del Senado que en verdad ya es hora".

El plan que ha presentado Obama es prácticamente idéntico al que ayer presentaron 8 senadores de los dos partidos. Consiste en mejorar la seguridad en la frontera, hacer que el sistema de visas sea más eficiente y dar una vía para la legalización a los 11 millones de indocumentados.

Pero, a diferencia de los senadores, Obama ha dicho que debe haber un camino a la ciudadanía "desde el comienzo" y no después de asegurar la frontera. Además, la Casa Blanca quiere que los homosexuales también puedan conseguir la residencia a través del proceso de reagrupación familiar.

El sueño americano

El presidente ha recordado que la inmensa mayoría de inmigrantes sólo buscan el sueño americano. "Una gran mayoría de estos individuos no están buscando problemas, son miembros que contribuyen a la comunidad, cuidan de sus familias, de sus vecinos, son parte del tejido de nuestras vidas", decía Obama.

"Lo que dijo el presidente estuvo muy bueno, porque somos indocumentados, no criminales. La mayoría hemos trabajado y pagado taxes (impuestos)", decía Tania Gordillo, ecuatoriana que vive en NY desde hace 18 años.

El camino para la ciudadanía que propone Obama "no será rápido, pero sí justo". Los inmigrantes tendrán que pasar una revisión de antecedentes, pagar los impuestos atrasados y una multa, aprender inglés y ponerse a la cola de los que entraron al país legalmente.

"Vamos a discutir los requisitos, porque el camino a la ciudadanía tiene que reconocer que estas personas ya son parte de la comunidad. La mayoría ya pagan impuestos. La gente quiere aprender inglés, quiere participar, quiere votar, quiere ser parte de esta sociedad y el camino a la ciudadanía debe reconocerlo y no poner demasiadas barreras", explica Daniel Coates, de Make The Road.

"Yo les diría que se pongan al tanto con los taxes, que se pongan a estudiar desde ahora y que si han decidido salirse de la escuela, que regresen y se vuelvan a educar, para que apenas pasen la reforma migratoria, puedan trabajar en lo que quieran", recomienda Katerine Tabares, una chica colombiana que ahora ve la oportunidad de legalizar su situación y la de su madre. Katerine lleva 3 años en Nueva Yokk y habla un inglés perfecto, casi más fluido que el español. Estudia Ciencias Políticas en la universidad, pero no pudo acogerse a la Acción Diferida porque llevaba menos de 5 años en el país. "Esperemos que si llegan a pasarlo sea para todos, para nuestras familias y nosotros como jóvenes", dice esperanzada.

"Estamos emocionados de que exista un camino a la ciudadanía como parte fundamental, pero nos preocupa un poco este discurso de seguridad, ya que nuestra comunidad ya ha sufrido deportaciones por 4 años", añade Coates. "Obama está mostrando el liderazgo que necesitamos y está empujando y apoyando las negociaciones y lo que me da más esperanza es que él está dispuesto a presentar su propia legislación si es que no ve acción".

Los inmigrantes no piensan esperar de brazos cruzados y planean una marcha en abril en Washington. "Queremos que la comunidad salga y mostremos que necesitamos la reforma. Va a ser la marcha del millón", explica Antonio Alarcón. "Queremos que un millón de personas salga a la calle en Washington a marchar y decir sí queremos la reforma y es el tiempo de hacerlo".

 
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