Nissan adjudica a la planta de Barcelona un nuevo coche que creará mil empleos
La fabricación de este automóvil creará también 3.000 puestos de trabajo indirecto y una inversión de 130 millones de euros por parte de la empresa nipona
La dirección de Nissan en Japón ha adjudicado definitivamente a la planta de Barcelona la fabricación del nuevo vehículo que estaba en liza y que supondrá la creación de mil puestos de trabajo y una inversión de 130 millones.
Fuentes de la empresa automovilística han confirmado que la multinacional nipona ha dado ya el visto bueno a esta adjudicación al acoger de manera positiva el acuerdo para reducir los costes laborales cerrados en Barcelona con los sindicatos la semana pasada.
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La adjudicación llega después de seis meses de negociación entre la empresa y los sindicatos y de un pacto para aumentar la productividad de la planta de Barcelona que contempla la creación de una doble escala salarial, de manera que los nuevos contratados cobrarán un 20 % menos que la plantilla actual.
Aunque la adjudicación se daba ya prácticamente por hecha tras el acuerdo con los sindicatos, la dirección de Japón tenía la última palabra y no ha sido hasta este lunes que la multinacional ha confirmado que el nuevo modelo se fabricará en Barcelona.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, estará presente hoy en el acto en el que la multinacional anunciará oficialmente la adjudicación y que se celebrará en la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Mas acompañará en el acto al consejero delegado de Nissan Motor Ibérica, Frank Torres, que ha negociado con los sindicatos para conseguir el acuerdo para la adjudicación.
Además, también asistirán al acto el conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig; el secretario de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Gobierno, Luis Valero, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias.
El vehículo adjudicado, que se empezará a fabricar en 2014, será el primer turismo que se producirá en la factoría de Barcelona, especializada en 4x4 y furgonetas comerciales, y competirá en el mercado con modelos como el Seat León.
Esto supondrá la creación de mil puestos de trabajo directos y 3.000 indirectos, además de una inversión de 130 millones de euros.
La adjudicación del nuevo vehículo en liza en Nissan ha estado siempre condicionada por parte de la multinacional a la asunción de una reducción importante de costes laborales, lo que provocó la división sindical en la planta, donde están representados USOC, CCOO y UGT.
El acuerdo final llegó después de que la semana pasada USOC, la primera fuerza sindical, aceptara ya firmar en solitario el pacto de competitividad que reclamaba Nissan y de que la empresa anunciara que Barcelona había perdido su oportunidad de conseguir la adjudicación y augurara una "muerte lenta" de la planta.
El giro que permitió el acuerdo fue la propuesta alternativa elaborada por CCOO y UGT, con mayoría juntos en el comité, y que avalaron sus afiliados este pasado fin de semana en asamblea.