Gastrosexual (o cómo perder el sentido en nueve pasos y medio)
- Utiliza la cantidad justa de miel pura de abeja (artesana) para rellenar un ombligo.
- Busca nata ecológica y natural. Mézclala con un poco de azúcar y aplica solo una nube pequeña, diminuta, pero sugerente, en un pezón.
- Nada de sacar los cubitos de hielo del gin-tonic para deslizarlo por el cuerpo. Nueve de cada 10 personas se queda aterida de frío. Como mucho, una gotita de agua en la parte trasera de la oreja.
- Sigue con los ojos las burbujas del champán y deja que sus aromas de levaduras, de bollo, de pan recién hecho, de fruta, de flores o de frutos secos se cuelen por tu nariz hasta esa parte del cerebro donde se encuentra la sensualidad de la imaginación.
- Comparte el placer de pasar uno de tus dedos por chocolate fundido...
- ... y el de jugar con una fresa (no fresón) haciendo que aparezca y desaparezca entre los labios.
- Mece la mirada en el color de una ensalada.
- Siente en la boca el crujiente.
- Despacio.