La nueva CC.OO, unidad y autocrítica

El X Congreso de las Comisiones Obreras (CCOO) no ha tenido suspense (se presentaba solo una candidatura, la del Secretario General saliente, Ignacio Fernández Toxo), pero sí ha tenido momentos destacables.

No es habitual en el panorama político y social ver a una organización examinar públicamente su actuación y proponer cambios para mejorar su percepción social, y eso es exactamente lo que ha sucedido en este encuentro que, a diferencia de otros en la historia del sindicato, ha estado también marcado por la unidad.

El examen de la actuación de CCOO en los últimos cuatro años lo ha hecho el Secretario General, Ignacio Fernández Toxo, reelegido para el cargo durante el Congreso con un 85,6% de los votos de los delegados asistentes. Y de ese autoexamen han salido algunas propuestas para mejorar la actuación y la imagen del sindicato ante la sociedad. Aunque de forma recurrente se afirmó que hay una campaña contra el sindicalismo que actúa para desacreditarlo ante la sociedad vía medios de comunicación, el propio Fernández Toxo admitió la posibilidad que desde el lado sindical también se estén cometiendo errores.

Es una reflexión que hay que inscribir en un contexto más amplio de crisis institucional, según Toxo, al que hay que hacer frente con "propuestas valientes", que pueden pasar por un cambio en la Constitución, un aumento en la transparencia de todo lo que tenga que ver con dineros públicos, cambios en el sistema electoral para hacerlo más representativo y más transparencia. Y también, insistía, un cambio en las políticas europeas y españolas, lejos de la austeridad y apostando por el crecimiento.

Acercar el sindicato a la sociedad

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Pero en lo que se refiere al sindicato, Toxo fue bastante más lejos en sus propuestas públicas de cambio de lo que se había oído antes. En el segundo día de Congreso propuso plantearse la presencia del sindicato en los Consejos de Administración de las empresas y entidades financieras, "teniendo en cuenta la experiencia, por el riesgo reputacional, y por lo cautivos que están los Consejos de la dirección real de la compañía". Convendría estudiar, decía Toxo, fórmulas alternativas para participar en la marcha de los destinos de la empresa, en particular el control de la situación laboral.

También instó a que se explique y se deje bien claro el papel que juega el sindicato en la gestión de los ERE y en los cursos de formación "Tenemos un problema reputacional en relación con esto", aseguraba en ese mismo día. "Porque han hecho una indecente campaña, cierto, pero son actividades que comportan riesgo, que exigen control", añadía en relación a los cursos de formación.

Una ejecutiva más compacta

Entre las medidas inmediatas que ha tomado el sindicato en el Congreso para aumentar la transparencia y la austeridad se cuentan la aprobación de una ejecutiva más pequeña, que pasa de 43 miembros a 13 (sin contar en ninguno de los dos casos con el Secretario General). La lista de altos cargos aprobada por el X Congreso con el 90,5% de los votos incluye 7 candidatos que repiten y 6 que entran por primera vez en la cúpula del sindicato.

El importante respaldo que han obtenido tanto el aspirante a Secretario General como su ejecutiva dan testimonio del alto grado de unidad que se ha alcanzado durante los últimos cuatro años. Cabe recordar que en el anterior Congreso Toxo se hizo con la Secretaría General por un puñado de votos frente al aspirante a la reelección, José María Fidalgo, en un ambiente de tensión y división. En el discurso de clausura del Congreso que acaba de terminar Toxo elogió la "generosidad" de Fidalgo durante la última etapa de CCOO y se felicitó por la unidad conseguida esta vez gracias al "esfuerzo de todos". Es la segunda vez en la historia del sindicato en que se presenta una única lista, destacó.

Abucheos a Rosell, intento de pitada a Báñez

El Congreso no escatimó en críticas a la reforma laboral y a la pérdida de derechos de los trabajadores en el seno de las empresas. Un ambiente propicio para mostrar la desaprobación con los representantes del Gobierno y de la patronal. En el primer día de Congreso el presidente de CEOE, fue abucheado e increpado por alguno de los asistentes cuando intervino en calidad de invitado. Una situación sin mayores consecuencias, que se resolvió con una llamada al orden desde la dirección del Congreso y unos aplausos poco entusiastas al final de la intervención del líder empresarial, que dijo solidarizarse con los sindicatos por los "injustos ataques" que sufren.

En el último día de Congreso la ministra de empleo recibió también un amago de pitada al entrar en el salón que acogía el cónclave (aunque Bañez no intervino ante los delegados). Esta vez el intento de abucheo de algunos se vió frustrado por un coro mayoritario de voces que entonó cánticos de apoyo al sindicato para apagar los silbidos. A pesar de todo, y de que la dirección había pedido respeto para los invitados, algunos asistentes enarbolaron pancartas pidiendo la dimisión del Gobierno.

No a la reforma laboral ni a los minijobs

Precisamente durante su intervención final Toxo aprovechó la asistencia de Báñez para expresarle directamente su desacuerdo radical con dos de las medidas estrella de su ministerio: la reforma laboral y la nueva Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven. Sobre la primera, dijo que el sindicato no iba a cejar hasta revertir sus efectos; sobre la segunda aseguró que "el nuevo paradigma no es el emprendimiento, sigue siendo el trabajo asalariado, que es a su vez lo que va a generar riqueza", palabras pronunciadas entre el aplauso de los delegados, que celebraron constantemente la intervención final del reelegido Secretario General.

También alertó Toxo sobre la posibilidad de que se sigan deteriorando los derechos laborales. "Tener un empleo no garantiza no ser pobre. Y todavía quieren traer aquí los minijobs. Yo sé que no es el Gobierno, que es otra gente", añadió ante Báñez. "Como si no hubiera en España suficiente precariedad ya". Su alegato final culminó con una encendida defensa de los servicios sociales, blanco de los recortes. "No son un lastre, son ventajas. Miren si no la prosperidad de las sociedades del Norte de Europa", clamaba.