120 sacerdotes denuncian el silencio de la Iglesia ante la corrupción

El Foro de Curas de Madrid considera un deber cristiano aliviar la situación de quienes sufren la crisis económica y contribuir a eliminar las causas que la han generado. En un comunicado público muestra su indignación por la compra venta de favores políticos, las evasiones gigantescas de impuestos, el derroche de dinero público para costear gastos privados y las pensiones descomunales a directivos de empresas, bancos o cajas

La fe cristiana no puede permanecer impasible ante la corrupción y la avaricia que ha provocado el injusto empobrecimiento de una parte importante de la población. Con esa premisa, el Foro de Curas de Madrid, integrado por 120 sacerdotes de otras tantas parroquias madrileñas, ha elaborado un documento sumamente crítico en el que expresa su preocupación ante los escándalos de corrupción.

En el texto, los firmantes aseguran que "algunos de estos escándalos vienen de lejos, otros en cambio se han gestado al mismo tiempo que sus protagonistas, muy ocupados en sacar provecho de la situación o, al menos, en lograr que no se dañase a sus finanzas, hablaban de diseñar y aplicar severos recortes de gasto en los servicios públicos, de entregar su gestión a empresas privadas y de endurecer las condiciones laborales de los trabajadores".

"No pedimos castigos divinos, pero como cristianos nos parece necesario denunciar esta situación"

En el documento también se echa en falta que la jerarquía católica española realice gestos y pronuncie palabras que trasmitan solidaridad y consuelo a las víctimas de la crisis al tiempo que "contengan, a su vez, una dura e inequívoca crítica y condena hacie quienes, con nombres y apellidos, o logos comerciales bien conocidos, la están ocasionando. Su casi total silencio de ahora contrasta con la locuacidad condenatoria de la que nuestros obispos han hecho gala en otras ocasiones en las que no era contra los poderosos sino contra gente cansada y agobiada contra quienes, incomprensiblemente, en vez de palabras de alivio, dirigían duras y generalizadas críticas.

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El Foro de Curas recuerda que el Arzobispo de Madrid, el cardenal Rouco Varela no dudó en recurrir a empresarios y banqueros para patrocinar y colaborar financieramente con la organización de la Jornada Mundial de la Juventud, en agosto de 2011. "Quizá ello -señala el documento- explica el retraimiento de los jerarcas a la hora de condenar públicamente estos desmanes. Tras haber buscado y obtenido el apoyo económico de los poderosos para dar brillantez a la JMJ, carecen de la libertad necesaria para alzar su voz contra los delitos que un buen número de ellos han venido cometiendo desde hace varios años".