Presidentes repentinos
Nicolás Maduro se une a una larga lista de mandatarios que han tomado las riendas de un país por la muerte inesperada de un dirigente. Algunos mantuvieron su cargo, pero otros han caído en el olvido.
Venezuela se enfrenta a la incertidumbre política tras la muerte de Hugo Chávez. De momento, ha jurado como presidente de modo temporal Nicolás Maduro a la espera de una previsible convocatoria electoral. En esta situación se han visto dirigentes políticos de medio mundo a lo largo del tiempo y la han pasado con distinta suerte.
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Muchos de ellos alcanzaron esa presidencia temporal y la lograron mantener más tiempo. El caso más conocido es el de Lyndon Johnson. Juró su cargo como presidente de EEUU en el mismo avión que traía el cuerpo de Kennedy tras ser asesinado en Dallas. Estuvo en el cargo cinco años más. Otro Johnson (éste llamado Andrew) asumió la presidencia norteamericana el día después de la muerte de Lincoln. También estuvo cuatro años más. Más reciente es la situación en la que se vio sumida Polonia tras el accidente aéreo que en 2010 costó la vida al entonces presidente Lech Kaczynski. Bronislaw Komorowski asumió de inmediato la presidencia de modo temporal. Pasados dos meses convocó elecciones y las ganó, por lo que a día de hoy sigue siendo el presidente del país.
En España se han producido también distintos casos. El más reciente es de Carlos Arias Navarro, quien se vio en esa situación en dos ocasiones. Primero se convirtió en presidente tras la muerte de Carrero Blanco. Y tras el fallecimiento de Franco, el eey confió en él también las tareas de Gobierno. En democracia apenas retuvo el cargo ocho meses más. Años más tarde, Francisco Laína se convirtió en presidente repentino el 23 de febrero de 1981. Ejerció el cargo durante el secuestro del Congreso de los Diputados. Mención especial en nuestro país merece también Marcelo Azcárraga. Este militar del siglo XIX ocupó la presidencia de modo temporal en varias ocasiones, una de ellas de urgencia tras el asesinato de Cánovas.
La lista de presidentes temporales olvidados por el paso del tiempo es también amplia. Dirigentes que han marcado la historia como Mao o Stalin fueron sucedidos por políticos que terminaron arrinconados por sus propios compañeros de partido. En el caso chino, Mao designó como sucesor a su muerte a Hua Goufeng, quien terminó apartado por otros miembros del Partido Comunista Chino y murió apartado de la política en 2008. En la Unión Soviética, Georgi Malenkov se hizo cargo del gobierno tras la muerte del dictador, pero terminó sus días también exiliado. La sucesión del mariscal Tito en la antigua Yugoslavia fue un caos con varios dirigentes compartiendo el poder y enfrentándose entre sí durante una década que derivaría en la guerra de los Balcanes. En Argentina, el mismo día de la muerte de Perón, su viuda María Estela Martínez se convirtió en la máxima dirigente del país. Sus dos años de gobierno estuvieron marcados por la crisis del petróleo y la violencia interna. De hecho, terminaría dejando el cargo por la sublevación de los militares y se exiliaría en España donde reside actualmente.
Caso aparte, y muy de moda estos días, es el de los camarlengos del Vaticano. Este cardenal se hace cargo de la Santa Sede durante la muerte o la renuncia de un papa. Sin embargo, en toda la historia sólo tres han logrado acceder después al Pontificado.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...