"El fuego no es nuestro, ¿verdad?"

Las conversaciones registradas en el centro de comunicación Calle revelan la escasa preparación del personal de mantenimiento para hacer frente al incendio de los túneles que acabó con la vida de dos trabajadores de mantenimiento. Esas comunicaciones ponen de manifiesto el caos y la descoordinación que hubo durante aquellas trágicas horas.

Las comunicaciones registradas en el centro de comunicación calle 30 están ordenadas cronológicamente. Más de una hora después de que se detectara el incendio en los túneles de la vía, no todo el personal de la empresa de mantenimiento -EMESA- lo conocía. Uno de los empleados pregunta a otro si "el fuego ese es nuestro" y el compañero le responde que "si, están allí los bomberos y todo el mundo".

Al filo de las siete de la tarde, dos horas y media después del incendio, se produce una conversación entre otros dos trabajadores. El jefe de turno trata de ayudar a su interlocutor, que ha llegado a un cuadro de mandos, para ayudar a sofocar el incendio. El empleado le explica lo que ve en el cuadro "a ver C2, C3, C4, ventilación, chorros puntuales... Joder es que aquí hay un huevo tío". Las indicaciones no dan sus frutos y, finalmente, se da por vencido y se marcha: "voy a ver si encuentro donde está la avería".