España lidera el abandono escolar en Europa aunque baja sus cifras
La tasa de abandono escolar en España dobla la media europea aunque se mantiene a la baja desde hace cuatro años
Uno de cada cuatro jóvenes españoles entre 18 y 24 años no cursaba ningún estudio en 2012. La cifra sitúa a España a la cabeza de toda la Unión Europea en abandono educativo temprano (el que mide el porcentaje de alumnos que no prosiguen sus estudios más allá de la secundaria obligatoria). Pese a lo abultado de las cifras, España ha reducido sus tasas de abandono en seis puntos desde el año 2009, un fenómeno que los expertos atribuyen a la vuelta a las aulas de miles de alumnos por la crisis y la falta de perspectivas laborales
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El 12,8% de los alumnos de la Unión Europea abandonó prematuramente sus estudios en 2012 frente al 24,5% de los alumnos españoles. Las cifras de Eurostat publicadas hoy confirman que España sigue liderando el abandono escolar en la Unión, por delante de países como Malta (22,6%) o Portugal (20,8%) y muy lejos de los países que mejor parados salen en el ranking como Eslovenia (4,4%), Eslovaquia (5,3%), República Checa (5,5%) o Polonia (5,7%).
Las cifras arrojan una diferencia significativa por sexos. Y es que mientras el abandono escolar entre los varones españoles alcanza casi el 29%, en el caso de las chicas baja al 20%.
Pese a lo abultado de las cifras, éste es el cuarto año consecutivo en el que España consigue reducir sus tasas de abandono escolar desde que en 2009 las cifras llegaran al 31,2%. En 2010 la tasa bajó hasta el 28,4 y en 2011 se situó en el 26,5%. En el último año la tasa ha caido un punto y medio hasta situarse en el 24,9% según los datos publicados hoy por Eurostat.
Una de las explicaciones que ofrecen los expertos para esta reducción es justamente la crisis y la falta de perspectivas laborales que hace que miles de jóvenes permanezcan en las aulas y otros hayan vuelto a estudiar a diferencia de quienes colgaron los estudios hace más de una década para trabajar en la construcción o el sector turístico coincidiendo con la burbuja inmobiliaria.
