La cocina es para los torpes
Me gustaría saber por qué aún hay personas que siguen asociando el ser estudiante de hostelería con el hecho ser mal estudiante o no servir para estudiar. El otro día, sin ir más lejos, Matías Prats decía en el informativo que los estudiantes expulsados del sistema tenían "otras salidas" para, acto seguido, ilustrar sus palabras con la imagen de los alumnos, de lo que parecía ser una escuela de hostelería, vestidos de camareros.
Dejemos de alimentar tópicos de una vez por todas, por favor. Los estudios de hostelería no son para torpes ni para personas con pocas aspiraciones en la vida. Para ser cocinero, pastelero, panadero o camarero hacen falta una serie de aptitudes que no todo el mundo posee. Además de cierta condición física (el trabajo suele exigir físicamente) hace falta tener capacidad de organización y ser espabilado, inteligente, observador, trabajador, ordenado y, por supuesto, querer estudiar y aprender.
No todos los alumnos tienen el perfil para acabar como jefes de cocina pero tampoco es eso lo que se pretende. Cocineros, pinches... Todos los escalafones de la jerarquía son necesarios en una cocina.
Lo peor es que, a veces, hasta los propios padres alimentan el tópico. Te dicen que, como su hijo “no sirve” para estudiar, a ver si con el ciclo de cocina, que es más práctico, les va mejor. Y a una se le queda la sensación de que, como no saben qué hacer con sus ellos, te los endosan para ver si tú puedes sacar algo bueno de ellos y convertirles en hombres (o mujeres) de provecho. Y a lo mejor el chiquillo no tiene vocación ni la tendrá nunca, pero ahí le tienes tú: ocupando una plaza que otra persona podría aprovechar mucho mejor.
Osa aseguro que, ya en las primeras semanas de curso, una se da cuenta de cómo será la trayectoria del alumno. Sin mucho error sabes quién no va a superar el curso, quién acabará dejando aparcada la cocina y quién sí tiene aptitudes para ser cocinero realmente.
Hasta se ha dado el caso de que vengan los padres a las tutorías a decirte que su a hijo le gusta mucho la cocina y que hace muchos bizcochos en casa. Y a mí me dan ganas de decirles que la función de la FP es formar futuros profesionales; que lo que cocinen en casa no tiene nada que ver con ser cocinero y dedicar su vida ello.
Os pido que dejemos a un lado los tópicos y que no sigamos asociando la hostelería a los estudiantes torpes porque no es así.