¿Por qué no sacar fotos?
Sacar fotos de los platos que como, siempre que me gusten y que sean fotogénicos, claro, se está convirtiendo en una costumbre, para mí. Es una manera de compartir la comida que me gusta con la gente que me sigue en las redes sociales. Además, ¿por qué no hacerle un poco de publicidad a un restaurante en el cual has comido bien, te han tratado como se debe y has estado a gusto?
También está la otra cara de la moneda: se puede hacer una publicidad negativa, recomendando no ir a un sitio que no lo merece, pero ese es mi estilo. A veces me gustaría no tener esa costumbre e ir a los sitios simplemente a comer y disfrutar. Pero no puedo evitarlo: es sentarme a la mesa y sacar el móvil.
La situación se salva porque es habitual que la gente con la que voy haga lo mismo, con lo cual, desde que ponen los platos en la mesa hasta que todos los comensales han conseguido una foto decente y puedes comerte el plato, pasa un buen rato. Y como quieras subir la foto al momento, ya ni te cuento.
Hace poco estuve cenando en Calima para probar la carta que han inagurado esta temporada. Lo del tema de las fotos ya fue demasiado porque parecía una competición entre nosotros (de buen rollo ¿eh?) por ver quién hacía la mejor, quién conseguía el mejor ángulo y quién la subía el primero a las redes sociales. Terrible, lo sé.
No sé cómo influirá todo esto en el ritmo del servicio de la cocina pero seguro que algo influye. Y lo que es peor: más de uno y más de dos nos hemos comido un plato medio frío por la manía de sacar fotos. ¡Imperdonable!
Yo uso Instagram y lo único que no me gusta de esta red es que, a lo hora de seleccionar la foto y publicarla, se recorta, por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de sacar las fotos. Además últimamente estoy optando por no poner filtros a las fotos de comida porque quedan mucho más naturales. Y una manía personal: me gusta acercar mucho la imagen y centrarme en algún detalle del plato, más que en sacarlo todo entero.
No me sorprende encontrar en Google varios sitios en los que se imparten talleres de fotografía para foodies. No es mala idea. Ya que vamos todos de fotógrafos, al menos hagámoslo bien. En estos talleres se dan consejos importantes para sacar una foto decente: limpiar la lente, no usar el flash, intentar sacar la foto con luz natural...
Por supuesto no toda la fotografía para móviles se reduce al Instagram. Hace no mucho oí a a Dani García recomendar la app Foodspotting. Decía que, aunque aquí no es muy conocida, en Nueva York la usa todo el mundo.
Foodspotting es la aplicación lider en encontrar y hacer ranking de platos, no solo de restaurantes. Los propios clientes hacen la foto de su plato favorito y la suben a la red. Cualquiera puede votar las que más le gustan o visualizar un mapa de la zona donde te encuentras con los restaurantes que tienes alrededor y las fotos de los platos más recomedados. Algo muy útil si estás en una ciudad que no conoces y no sabes dónde comer.
Del mismo estilo pero made in Spain tenemos Onfan. Esta red social gastronómica clasifica y evalúa platos o especialidades de un establecimiento. Sus responsables han definido la plataforma como "una combinación de Tripadvisor e Instagram". El chef de Mugaritz, Andoni Luis Aduriz, la ha apoyado y además tiene una ventaja sobre Foodspotting: que está en castellano.
Una de las mejores aplicaciones para hacer fotografías con móviles es Snapseed. Además de incluir filtros permite retocar las fotos, cambiar la luminosidad... Se puede hasta dar un aire retro, si se quiere. De hecho obtuvo el premio a la mejor aplicación de fotografía para móviles en 2012.
Y otra red social para compartir fotos de comida es Platter. Con esta sacas una foto de un plato, le pones un título, etiquetas los ingredientes principales y la subes a la red. Al estar los ingredientes etiquetados, se pueden realizar bússquedas en base a ese criterio.
Pero seguro que hay muchas más propuestas. ¡Os animo a compartirlas con todos!
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* Imágenes: 1. Lenguado Robuchon. 2 Cebiche de caballa. 3. Ternera guisada envuelta en ravioli con patata y trufa. 4. Fondo rocoso (platos de Calima fotografiados por Julia G. de la Fuente).