El Supremo pide juzgar al senador Miguel Zerolo

El Tribunal Supremo ha pedido permiso al Senado para poder juzgar al exalcalde de Santa Cruz de Tenerife y senador de Coalición Canaria Miguel Zerolo, acusado de un delito de prevaricación por adjudiar en 2003 obras de rehabilitación a una empresa de forma presuntamente fraudulenta. La justicia sostiene que Zerolo era "plenamente consciente de la ilegalidad de su proceder".

El Tribunal Supremo ha pedido permiso al Senado para juzgar al exalcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, acusado de un supuesto delito de prevaricación. La justicia investiga las supuestas irregularidades que el ahora senador de Coalición Canaria habría cometido durante la adjudicación de las obras de un instituto en 2003.

Miguel Zerolo está acusado de haber adjudicado en 2003 obras de "mantenimiento" del IES Hermanos García Cabrera de forma irregular. En primer lugar, y según declara probado el juez instructor, la empresa adjudicataria habría desempeñado estos trabajos en concepto de "mantenimiento" pero sobrepasando "de manera inequívoca" ese concepto. También señala que "en ningún momento se siguió el procedimiento exigible para su adjudicación": ni se convocó concurso público para la contratación, ni se elaboró un proyecto por parte del Servicio de Proyectos Urbanos.

El juez instructor emite un suplicatorio al Senado de forma contundente para poder proceder contra el exalcalde: declara probado que Zerolo era "plenamente consciente" de las ilegalidades que estaba cometiendo, unas ilegalidades que define como "nítidas" y que eran perceptibles para cualquiera que se encontrase habituado al funcionamiento de la administración municipal, más aún "por quien fuera alcalde muchos años y siendo licenciado en derecho". Destaca también que el entonces alcalde de Santa Cruz de Tenerife hizo oídos sordos a varios reparos interpuestos por la Intervención de Fondos municipal cuando la empresa adjudicataria presentó facturas con el objetivo de cobrarlas. Una discrepancia que resolvió con un decreto y con informes favorables redactados supuestamente por un cargo de su confianza.