Barroso, condenado en Berlín

No es la respuesta al ya famoso "la austeridad ha tocado su techo" del presidente Durao Barroso porque en Berlín no hay declaraciones, pero se le parece porque tras muchos días de escuchar en Bruselas que la responsabilidad por tanta crisis la tienen los gobiernos es la primera vez que de alguna manera sabemos lo que piensa el más austero. El problema tiene mucho que ver con la incapacidad del equipo Barroso para gestionar esta crisis.

El caos de equipos responsables de temas, la larga duración de los procesos y la tenacidad en defender normas que podrían permitir excepciones, son solo una pequeña muestra de las cosas que denuncia el equipo de Merkel. Un malestar que entierra cualquier deseo para ampliar el mandato del presidente Durao Barroso. Aunque en Berlín, las fuentes consultadas por la Cadena SER, aseguran que el problema no es personal sino que tiene que ver con el sistema.

Pero a los problemas técnicos, el equipo de Merkel añade otra lista de ejemplos con cosas que podrían hacerse y que la Comisión no quiere: adaptar las jubilaciones a la realidad de los países en paro, evitando en aquellos que como España tienen un elevado número de jóvenes sin trabajo la obligación de llegar a los 67. O permitir que el IVA sea bajo cuando un país está intervenido, Grecia, por ejemplo compite geográficamente con Turquía.

Propuestas que oficialmente al menos Berlín no defendía pero que hoy sirven al equipo de Merkel para afirmar que el resultado podría ser distinto con otra voluntad de las instituciones.

O sea que el gobierno alemán, entre cosas, empieza a preparar una reunión especial sobre el empleo cuyo objetivo es estudiar medidas especiales a de lucha contra el paro basadas en adaptación de normas y en la movilidad de los más jóvenes.

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