Dos hombres se abalanzó sobre un soldado británico al grito de «Alá es grande», según los medios británicos. Tras el ataque, un hombre ha muerto y otros dos han resultado heridos. Los dos asaltantes han sido ingresados en sendos hospitales. David Cameron califica el asesinato de «estremecedor» y anuncia que «devolverán el golpe». Un soldado ha muerto en un brutal ataque con arma blanca en un barrio de Londres perpetrado por dos hombres, que las autoridades británicas consideran un posible acto terrorista. El primer ministro británico, David Cameron, calificó en París el ataque como «un acto bárbaro» que tiene «claros indicios» de que se trata de un «incidente terrorista» y regresó precipitadamente a Londres tras reunirse con el presidente francés, François Hollande. Según los medios británicos, dos hombres se abalanzaron sobre un soldado en el barrio de Woolwich, al sureste de Londres, y lo mataron a machetazos invocando a Alá. Como respuesta, la policía disparó e hirió a los agresores en esta zona donde hay barracones militares si bien las autoridades no han confirmado que el fallecido sea un soldado, como sí han señalado varios testigos y el propio presidente francés. Nada más ser informada del incidente, la ministra de Interior, Theresa May, convocó al comité de emergencia Cobra, que agrupa a los expertos de seguridad del Gobierno y que volverá a reunirse mañana bajo la presidencia de Cameron. Según la agencia local Press Association, a su término se ha decidido incrementar la seguridad en Woolwich y en los cuarteles militares de Londres si bien el Reino Unido no ha modificado su nivel de alerta terrorista. El Ejecutivo del «premier» conservador calificó de «enfermizo» y «escalofriante» este ataque cometido por los dos hombres, que según algunos medios habrían tratado de decapitar al soldado. De acuerdo con la ministra de Interior, «me han confirmado que un hombre ha sido brutalmente asesinado. La policía disparó contra otros dos hombres y están siendo atendidos de sus heridas». El fallecido rondaría la veintena, al igual que los dos atacantes. Algunos testimonios recogidos por los medios británicos en el lugar del suceso señalaron que los atacantes les pidieron que les fotografiasen y que «parecía que querían ser famosos de una manera estúpida», en palabras de Joe Tallant, recogidas en la web de «The Guardian». El Consejo Musulmán del Reino Unido, por su parte, condenó «sin reservas» el asesinato del soldado, que calificó de «un acto bárbaro, sin ninguna base con el Islám».